Jennifer y yo charlábamos más seguido cada vez, a pesar de ser una chica tan tímida y callada había algo que me atraía mucho de ella, yo siempre he sido un chico seguro de mi mismo, ella de cierta forma me hacía ser más extrovertido para compensar su introversión. Hace unos días me había confesado que tenía una fantasía desde que nos conocimos de amarrarme a una silla y dominarme, me sorprendió que algo así estuviera en la mente de una chica tan aparentemente inocente como ella. Tras llevar a cabo su fantasía parecía que algo se había liberado en ella. Unas noche después le mandé un mensaje.
-Cómo estás?
-GENIAL! -dijo con mucha emoción, algo que me sorprendió pues siempre hablaba de forma tranquila, nunca había usado mayúsculas
-Por qué tan feliz? -le pregunté
-No lo sé, jaja
-Claro que sabes, dime, anda! -la animé a contarme
-Pues tengo una idea de porque estoy tan animada…
-Cuál es?
-Creo que desde nuestro último encuentro me he sentido muy diferente
-Por lo de tu fantasía de amarrarme a una silla?
-Si y no…Lo de la silla fue genial pero me di cuenta que al dominarte me sentía muy bien, sentir el poder sobre ti, fue incómodo al inicio pero al final me sentía tan poderosa y sexy…
-Vaya, me alegra leerlo
-Desde entonces he estado viendo videos de eso, creo que he aprendido mucho, siento que será incluso más divertido la próxima vez
Era increíble como cambió totalmente su forma de expresarse, antes era raro que dijera una oración con más de 5 palabras y ahora se ve tan entusiasmada, sentía que había liberado una parte de la verdadera Jennifer.
-O sea que te gustaría seguir experimentando con la dominación?
-Si me gustaría seguir probando
-Jaja, ok, me alegra que estés tan entusiasmada
-A ti no te molesta, cierto? -a pesar de tener una actitud tan diferente su vieja personalidad seguía vigente, aún notaba pequeñas inseguridades en sus palabras
-Para nada, de hecho me agradó experimentarlo también, te veías muy sexy estando a cargo 😉
Me encantaba esta nueva Jennifer, me parecía muy tierna, era pequeña y callada, tener a una chica así dándome órdenes era un contraste algo gracioso aunque sexy a la vez.
El siguiente fin de semana acordamos salir, estuvimos paseando cerca de mi departamento, la química era genial, charlábamos y reíamos. Fuimos a comprar helado, ella de inmediato pagó por los helados, yo tenía pensado hacerlo pero ella no me dejó.
-Yo invito, tranquilo
-Segura?
-Si, ya me lo cobraré al rato… -dijo bromeando aunque sus palabras me pusieron algo nervioso, la Jennifer de hace un mes nunca hubiera hecho esa broma.
Al llegar a mi departamento nos acostamos en la cama, pensé que íbamos a charlar un rato para después hacerlo pero ella de inmediato tomó la iniciativa. Yo estaba acostado boca arriba, ella se quitó los zapatos y brincó encima de mi para darme un beso corto en los labios.
-Quítate los pantalones y la camisa -ordenó y se quitó de encima
Decidí obedecer y quedé en ropa interior
-No te quitarás tu la ropa? -le pregunté
-Me la quitaré cuando quiera, concentrate en obedecer
Nos estuvimos besando, casi al instante tuve una erección, ella llevaba un vestido negro corto pero lo que mejor le lucía era esa actitud dominante, a pesar de lucir tan linda quería ver más, por primera vez no jugué con mis reglas básicas de juego y recurrí a pedírselo.
-Me gustaría mucho que te quitaras el vestido
-Si te portas bien talvez lo haga
-Qué debo hacer?
-Primero que nada, voltéate
Ella se paró y fue hacia su bolso, yo estaba de espaldas con la tentación de voltear pero resistí. Cuando volvió conmigo jaló mis brazos hacia atrás, luego sentí algo metálico en mi muñeca izquierda y escuché clicks, lo mismo ocurrió con mi mano derecha. No sé de donde rayos había sacado unas esposas metálicas pero no me molesté en preguntar.
-Ahora si eres todo mío…
-…
-Cierto?!! -preguntó agarrando mis huevos
-Si, soy todo tuyo…
Pensé que ya íbamos a iniciar con el sexo pero en lugar de eso sacó un antifaz para dormir de su bolso y me lo puso. Cuando todo estaba oscuro mis otros sentidos se agudizaban, prestaba más atención a los sonidos, los cuales eran pocos, había mucho silencio ese día, solo escuchaba de vez en cuando un auto pasando a lo lejos. En la habitación escuchaba sus pasos.
Estaba sentado en la cama, sentía como su dedos pasaban por mis piernas, largos círculos, al tener los ojos cerrados podía sentir perfectamente la suavidad de sus dedos paseando. Pasaban unos segundos sin nada, solo esperaba que hiciera su siguiente movimiento, mi erección empezaba a bajarse un poco, quería que me agarrara el pene nuevamente.
-Qué haces? -pregunté al ponerme nervioso ya que tenía varios segundos sin sentir sus manos.
-Shhh, no hagas preguntas
-Porfavor dime
-Jaja, solo estoy viendo mi mercancía -no sabía si se refería a mi o a los artilugios que trajo con ella
De pronto escuché el click característico que hacen las cámaras de los teléfonos, me alteré un poco, no quería que nadie supiera que estas cosas me agradaban, menos que tuviera evidencia.
-Oyeeee, sin fotos, bórrala!
-Shhh, tranquilo, no estás aquí para dar órdenes, sino para seguirlas
-No me gustan las fotos
-Solo será para mi, te ves lindo así amarrado y con los ojos vendados, solo la veré yo así que relájate
No me convenció del todo pero no quería arruinar la experiencia, planeaba pedirle después que la borre. Tras unos segundos escuché que dejó su teléfono en la mesa y al caminar hacia mi sentí su palma en mi pecho, tocándolo suavemente y luego pasando a mis hombres, otra vez sentía sus deliciosas manos. Sus manos subieron por mi rostro colocando sus palmas en mis mejillas seguidas de un tierno beso. Volver a sentir sus delicados labios me hacía tan feliz. A pesar de que me encantaba toda esta experiencia siempre pensé que sería imposible para mi entregarme por completo, incluso ser esposado ya me ponía nervioso.
Su rostro se separó del mío, me tomó del cabello y jaló hasta hacer que me pusiera de pie, estuve ahí parado tratando de saber que hacía con lo que escuchaba, de pronto sentí como en un instante jaló mi ropa interior hasta el piso, por reflejo me encorvé pero ya no había nada que hacer, ella me empujó del pecho para apartarme de la ropa interior y luego escuché como la arrojó a algún lugar de la habitación.
A pesar de siempre haber sido un chico seguro con mi personalidad y aspecto en esta ocasión me sentía bastante vulnerable, sentía que juzgaba mi cuerpo, en especial mi pene, mi pene flácido es algo pequeño y me daba mucha vergüenza que lo viera así…
-Awws, está dormidito? jaja -se burló, lo cual me puso muy nervioso
-Y ahora que -pregunté para cambiar el tema
-Hay que hacer que se anime nuevamente…
Estuve ahí parado desnudo con mis manos en la espalda, todo esto era demasiado para mi. Luego escuché como algo duro golpeó la mesa, pensé que era su celular, talvez lo había silenciado para tomarme más fotos.
-Me estás tomando fotos!? -pregunté con tono algo molesto. Sentí como me agarró los huevos de pronto y los apretó lo cual me hizo soltar un quejido!
-Tranquilo!, no tomé nada, además eres mío, si te quiero sacar fotos lo haré
No podía creer lo que ocurría, que había pasado con esa inocente y tímida chica que conocí? Sentía que estaba con otra persona y que aunque era excitante empujaba mis límites.
Seguía existiendo un obstáculo que no permitía que me entregara por completo aunque lo intentara, como si hubiese una dualidad en mi mente, una que quería cederle el control total y otra que quería recobrarlo antes de que fuera tarde. Aunque era cauteloso había cierta gratificación en entregarse que no había experimentado antes.
-Quiero ver una película
Sus palabras me confundieron un poco, de pronto me quitó el antifaz. Pensé que talvez había cambiado de opinión y no habría acción, me desanimó bastante.
Caminó hacía donde estaba el control remoto, encendió la TV y empezó a buscar películas, planeaba volver a vestirme pero aún tenía las esposas puestas.
-Puedes quitarme esto para ponerme la ropa?
-Mmmm, así estás bien -me dijo con mucha tranquilidad. No sabía que hacer, no entendía que ocurría. Se acostó en la cama y siguió buscando películas.
-Ven, acuéstate -me ordenó de forma tierna. Parte de mi quería insistir con que me quitara las esposas pero decidí averiguar si esto era algún especie de juego previo (el más raro que haya experimentado).
Apoyé las rodillas y caminé con ellas, tropecé y caí de cara en la cama al no tener mis manos libres, me arrastré poco a poco hasta quedar a la altura de la almohada y me acosté a su lado, a ella parecía darle gracia como se me dificultó llegar hasta ahí. Finalmente eligió una película y la puso en volumen bajo. Ella puso 2 almohadas lo cual la hicieron quedar semi-sentada en la cama viendo la TV. No sé si fue a propósito pero incluso la vista desde esta perspectiva era interesante, la veía hacia arriba y veía su lindo rostro serio mirando la pantalla, me acerqué más hasta llegar a su brazo, ella lo subió y lo colocó en mi espalda. Todas estas sensaciones eran nuevas, me sentía vulnerable pero protegido al mismo tiempo.
-Eres muy lindo, sabes? -me dijo volteando a verme a la cara
-Muchas gracias, tu eres la chica más bonita del mundo -me pareció tan raro haber dicho eso, salió de forma natural pero jamás hubiera dicho algo tan cursi antes. Tras mi respuesta empezó a acariciar mi espalda.
Sentía que al menos en ese momento le pertenecía y su calidez me abrazaba.
-Realmente me gustaría verte sin el vestido -le dije apresuradamente
-Mmmmm
-Porfavor -le dije haciendo berrinche
-Ok, te seguirás portando bien?
-Siii -dije en un tono algo infantil -ella se incorporó un poco y me dio la espalda
-Baja el cierre -me ordenó
-No tengo manos! -le contesté
-Hazlo
Encontré el cierre y con mi boca empecé a buscar la punta para jalarla, finalmente di con ella y con mis dientes lo mordí para jalarlo hasta llegar al fondo, al hacerlo no pude resistir tras ver su hermosa espalda y empecé a besarla por todas partes.
-Jaja, tranquilo, pórtate bien
-Es que me encantas! -dije y le di un último largo beso a su espalda baja
Ella fue quitándose el vestido hasta desprenderse totalmente de el, lo dobló con cuidado y lo colocó en el buró al lado de la cama.
-Mejor?
-Mucho mejor! -le contesté
Volvimos a la posición inicial, me hice un poco hacia abajo y recargué mi cara en el costado de su abdomen, y empecé a besarlo, era tan rico sentir su suave piel en mis labios, al inicio pareció darle un poco de cosquillas pero después ella acariciaba mi cabeza y seguía viendo la película con tranquilidad. Sentía una infinita paz, no quería que la película terminara nunca. Me quedé ahí recostado con mis labios puestos en su abdomen aunque no resistí mucho estarme quieto y seguí besando bajando cada vez más, pasando por el costado hasta llegar a su piernas. Las extrañaba desde la última vez que tuve la oportunidad de besarlas.
-Eres muy inquieto -me dijo
-No puedo evitarlo -le contesté
-Yo haré que te portes bien
-Cómo?
-Quería que fuera sorpresa pero te diré, desde que te amarré a esa silla algo cambió en mi, jaja. He estado investigando y descubrí muchas cosas interesantes en internet
-Por ejemplo?
-Además de las esposas pedí por internet otra cosa muy interesante, solo que aún me llega, jaja
-Qué pediste?! -pregunté emocionado
-Es secreto -dijo tocando con la punta de su dedo mi nariz de forma juguetona
-Anda, dime!
-Nop
-Porfavor -seguí insistiendo
-Solo diré que será una forma interesante de tener tus impulsos bajo control -su pista hizo que de inmediato me surgiera una respuesta
-Como una de esas jaulas de castidad? -pregunté
-Cómo rayos supiste? jaja -me dijo asombrada
-No estoy tan seguro de usar algo así
-Lo harás, jaja, tendrás que portarte muy bien para que libere a tu amiguito, así que disfruta la libertad por ahora
Toda esa charla me puso nervioso aunque muy caliente a la vez…No pude evitar arrastrarme hasta alcanzar su cuello y empezar a besarlo, ella me tomó de la parte de atrás de mi cabeza y echó la suya hacía atrás para darme total acceso a su cuello, el cual seguí besando, su respiración me decía que le estaba gustando.
Seguí besando su cuello con mucha pasión y de pronto sentí la mejor sensación del mundo, ella tomó mi pene con su mano con suavidad y empezó masturbarlo lentamente, eso me prendió tanto que empecé a besarla con más intensidad, de pronto su cuello no fue suficiente y fui bajando por su pecho hasta llegar a uno de sus senos donde traté de tomarlo con calma para gozar el momento. Era una delicia sentirlo en mi cara. Era delgada pero aún así tenía senos grandes, quería agarrarlos con mis manos, arrancarle el brasier para tomar ambos y hundir mi boca en sus pezones pero mis manos seguían esposadas.
-Besa mis piernas -ordenó
Yo volví a arrastrarme hacía abajo hasta llegar a sus piernas y empecé a besarlas empezando por los costados, empezando un poco arriba de su rodilla hasta llegar a su muslo, subí lentamente al frente de sus pierna, mis besos eran lentos, quería disfrutar cada uno de ellos lo más que pudiera. Podía percibir el olor de una suave loción.
Seguí besando poco a poco su pierna, esta muy cerca de su entrepierna, ella parecía increíblemente excitada pero colocó su mano en mi cabeza como dándome señales de que no me acercara tanto. Sin desanimarme seguí besando hasta que visualicé su pierna izquierda, me lancé hacia ella, hundiendo mi cara entre sus muslos empecé a besar ahí, ella temblaba un poco de la excitación y yo seguía devorando esa deliciosa carne blanca. Abrí la boca y sellé con mis labios para pasear mi lengua en círculos, esto la hizo estremecerse.
-Me gusta mucho eso que haces… -dijo muy agitada
Yo seguí haciéndolo un rato hasta que empezó a jalarme para ir a sus labios, al no tener mis manos libres ella me sostenía un poco para no caer, finalmente se cansó y me arrojó al lado, caí boca arriba y ella de inmediato se colocó encima de mi y siguió besándome, se levantó para quitarse el brasier, al verla despojado de este mi deseo explotó, tenía que tener esos hermosos pezones en mi boca…
No podía levantarme al no tener mis manos libres, instintivamente moví mi pelvis para tirarla al lado mío de nuevo, quedamos de lado los 2 y porfín tenía mi tesoro a mi alcance. Fui directo a uno de sus pezones, abriendo la boca solo lo suficiente para que entrara por completo hundí mi cara ahí.
-Uuuuh! -soltó un gemido cuando mi boca se apoderó de su pezón
Ella tomó nuevamente el lado posterior de mi cabeza mientras yo devoraba sus tetas, sentía mi pene rozar con sus muslos, estaba tan cerca de su vagina que encorvándome un poco conseguí llegar a ella, al rozarla con mi pene ella volvió a soltar gemidos y me apretó con mucha fuerza.
Paseando mi lengua por sus pezones seguí empujando y jalando mi pene tratando de excitarla, quería que se quitara la ropa interior para poder clavarlo con fuerza dentro de ella aunque no había mucho que pudiera hacer esposado.
Ella bajó su mano hasta tomar la base de mi pene, mientras yo seguía embistiéndola ella acomodó mi pene para tocar el punto que deseaba como si se tratara de un objeto para darse autoplacer. A pesar de no estar dentro de ella ese roce me volvía loco. Cuando creí que no podría excitarme más ella me soltó un manotazo en los testículos, al sentir ese dolor me encendí y empecé a embestir con mucha violencia, toda la que mi cuerpo me permitía. Ella gemía una y otra vez, parece que estaba tan prendida que no pudo más y me apartó empujando mi abdomen para bajarse los panties con urgencia.
Terminó de quitárselos con los pies y los arrojó fuera de la cama, al hacerlo volvió a verme a los ojos, mi cara estaba a la altura de su pecho, ella se encorvó un poco para alcanzar mis labios y yo echando mi cabeza hacía atrás logré besarla, fue un beso lleno de pasión, deseo y mucha ternura.
Volvió a tomar mi pene desde la base
-Despacio -dijo
A pesar de lo increíblemente excitado que estaba traté de contener mi emoción para empujar mi pene lentamente. Empezó a entrar poco a poco, ella dejó de moverse y solo escuchaba su honda respiración, mi pene estaba a medio camino de entrar todo, mientras iba avanzando ella apretaba la base hasta que se dio cuenta que tenía que quitar la mano para que entrara por completo, la soltó y buscando algo más de que aferrarse optó por agarrar mis huevos. Los apretó nuevamente, ahora sin la guía de su mano traté de ser más precavido, antes de meterlo por completo lo saqué un poco para volver a llegar hasta ese punto, al hacerlo ella soltó un gemido y sentí como apretó mis huevos. El dolor me prendía tanto que quería meterlo con todas mis fuerzas hasta el fondo, se estaba volviendo una tarea tan difícil el controlarme…
Ella siguió apretando suave mientras lo metía, de pronto ella apretó con muchísima fuerza, el dolor hizo que me encendiera otra vez, no logré contener mi excitación y clavé mis últimos centímetros en ella. Al hacerlo ella aflojó su agarre de mis huevos. Saqué mi pene un poco para volver a clavarlo, esta vez un poco más rápido. Ella no paraba de gemir, fui subiendo la velocidad poco a poco, ella empezó a mover su pelvis hacía mi para asegurarse que entrara por completo.
Llegamos nuevamente al punto donde no podía frenarme, la metía y sacaba con fuerza. Puse mi cara en su pecho, besé y lamí sus senos hasta que otra vez sentí la necesidad de devorar sus pezones. Sentí como empezaron a pararse cuando sellé mi boca en uno de ellos y di vueltas con mi lengua, esto parecía alterarla mucho, no paraba de gemir y apretar mi espalda.
Seguimos así un rato, sentía que estaba cerca de venirme. Ella decidió cambiar la posición, me empujó para quedar boca arriba y nuevamente se colocó encima mío. Acomodó mi pene para sentarse encima de el, entró con fuerza rápidamente, fue una sensación tan rica, de pronto empezó a saltar encima de mi metiendo y sacando mi pene. Mis manos querían apoderarse de esas hermosas tetas que rebotaban frente a mi pero no podía.
Cada que volvía a sentarse encima de mi verga yo empujaba un poco mi pelvis hacia arriba. Mientras ella seguía cabalgándome vi como uno de sus brazos fue hacía su espalda, pensé que iba a apoyarse en la cama o algo así pero sentí como capturó mis huevos. Al tenerlos en su poder empezó a apretarlos, esto nuevamente encendió mi deseo de golpe.
-No sé si aguante más -le dije
-Ya casi llego, aguanta un poco
Siguió metiendo y sacando mi verga de ella, el que me tuviera de los huevos hizo el triple de difícil la tarea de resistir, sentir como con sus suaves manos podía hacer tanta fuerza, el dolor que me causaba una chica tan pequeña y que hasta hace poco se veía tan frágil me prendía muchísimo. Ella empezó a gemir cada vez más, sentía que estaba a punto de venirse por lo cual empujaba con más fuerza para que no quedara ni un centímetro fuera de ella, las embestidas empezaron a tornarse cada vez más violentas hasta que sentí como soltó mis huevos y me dio un manotazo cuyo chasquido pude escuchar. Al recibir ese golpe no pude aguantar, me puso en un frenesí incontenible, solté un gemido y ella volvió a tomar mis huevos, los apretó con muchísima fuerza, esta vez fue bastante doloroso, se quedó apretándolos y mientras tanto llegué a mi climax, solté mi carga dentro de ella y ella soltó un gemido mucho más suave, la tensión de su cuerpo me hizo saber que llegó al orgasmo también. Empezamos a disminuir la velocidad hasta que finalmente quedamos agotados, mi cuerpo estaba lleno de sudor, ella parecía exhausta también.
Tras unos segundos se tiró al lado mío a tratar de recobrar el aliento, ella me jaló para abrazarme, yo volví a poner mi rostro en su pecho aunque en esta ocasión en lugar de deseo había una infinita paz y cariño.
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