Había vuelto a casa con mi padres y mi hermana tras una larga estadía con mi tío mientras terminaba mis estudios. Mi madre tenía la nueva regla de que los hombres debíamos estar desnudos en la casa y teníamos prohibido tener erecciones. Si éramos sorprendidos teniendo una erección seríamos severamente castigados.
La última vez que tuve una con mi hermana Lucía fue con el chisme con mi madre y le dijo que me diera una patada en los huevos. Su patada fue increíblemente dolorosa, me tiró al piso, ella parecía gozarlo, mi madre era menos expresiva pero tenía la sensación que también le agradaba verme siendo castigado. Lucía me dijo que debería estar agradecido porque ella me diera la patada, que las de mi madre eran devastadoras, que una vez le dio una a mi padre y se desmayó del dolor y tuvo lo testículos como tomates el resto del día.
Hoy mi hermana llamó a sus amigas para una pijamada, evitaba ver a mi hermana ya que siempre estaba con ropa muy ligera en casa y no quería tener otra erección y ser castigado. Escuché a mi hermana hablando abajo, yo quería ir por un poco de agua así que bajé las escaleras, al bajar pude ver a mi padre con las piernas de rodillas con las manos atrás y Lucía frente a el. De pronto le soltó una patada brutal, más fuerte que la que me dio a mi. No sé como rayos mi padre pudo aguantar esa patada, era para reventárselos. El soltó un quejido y cayó al piso donde se quedo revolcándose. Lucía tenía una sonrisa.
-Que pasó? -pregunté
-Este pervertido tenía una erección mientras veía a la chica del clima -dijo refiriéndose a mi padre
Al voltear a ver la tele efectivamente había una chica ahí con un vestido demasiado corto, estaba buenísima. Talvez le haría gracia saber que le costó una patada en las bolas a mi padre.
-No fuiste demasiado ruda con el?
-Talvez tienes razón…De ahora en adelante guardaré todas mis fuerzas para tus huevos -dijo cínicamente
-Yo que te hice?
-Deberías estar más preocupado por tus huevos que por los de papá, el ya está acostumbrado a ti te acostumbraré a patadas. Te recuerdo que hoy vienen mis amigas a una pijamada, será genial.
-Mmm, ok, ¿que se diviertan?…-dije en un tono sarcástico
-Te aseguro que nos divertiremos hermanito -dijo en forma siniestra
Fui por agua, mi padre siguió en el piso, la verdad no quise ayudarlo, cuando volvía arriba se recostó en el sillón y cambió de canal, parece que de cierta forma la “terapia” estaba funcionando para quitarle el deseo.
Estuve en mi habitación hasta que se hizo de noche, empecé a escuchar ruidos abajo y me aparté los audífonos para escuchar mejor. Eran gritos de emoción y risas. Supuse que las amigas de Lucía habían llegado, decidí que lo mejor que podía hacer era no acercarme, además me daba mucha vergüenza que me dieran desnudo, simplemente me quedé en mi habitación a escuchar música acostado en mi cama. Escuché los pasos en las escaleras, supuse que se dirigían al cuarto de Lucía pero de pronto había mucho silencio, de repente se abrió de golpe la puerta de mi cuarto, todas las amigas de Lucía estaban ahí afuera, Lucía me estaba exhibiendo ante ellas. Escuché el grito burlesco de todas mientras yo apresuradamente tapé mis genitales.
-Les presentó a mi hermano, Josh, saluda -dijo mi hermana riéndose
-Tenías razón, su pene es chiquito, jaja -dijo una chica rubia, que hizo reír a todas las demás.
Sus ojos no se apartaban de mi, me sentía tan humillado, podía sentir los ojos de todas ellas, no se iban de mi cuarto. Pronto sus burlas me hicieron enfurecer y me dirigí a la puerta para cerrarla, no tenía permitido ponerle seguro pero estaba vez lo haría de todas formas.
-Oh no…Ahí viene a darnos nuestro merecido! -dijo otra de sus amigas
Con mis brazos traté de empujarlas a todas para que retrocedieran y así cerrar la puerta. Mientras lo hacía una de ellas me soltó un golpe en los huevos con el dorso de su mano. Lo hizo demasiado fuerte, me provocó un dolor agudo lo cual me hizo agarrarme con una mano, ellas no paraban de reírse, a pesar de eso seguí empujando hasta sacarlas y cerrar la puerta. Le puse seguro y me agarré mis adoloridas pelotas sentándome contra la puerta. Ellas seguían haciendo buya afuera.
-Le di en los huevos al pito chico, jaja -decía una de ellas- sentí sus huevillos, jaja.
-Eres una perra, Sofía, jaja
-Le hubieras estirado el pito a ver si el crecía un poco -dijo otra
Escuché como intentaban abrir la puerta pero era inútil, le había puesto seguro, luego oí como se alejaban poco a poco de mi cuarto y se iban al de Lucía.
Fue una experiencia espantosa y humillante, volví a la cama a recuperarme de aquél manotazo. Pasaron 10 minutos cuando escuché como giraron la perilla y al no poder entrar tocaron a mi puerta.
-Quién es?
-Yo, Josh -era la voz de mi madre, escuchar su voz molesta me dio escalofríos, había salido con unas amigas, no pensé que volvería tan temprano.
Salté de la cama para ir a abrirle la puerta de inmediato, le quité el seguro a la puerta y la abrí. Al abrir pude ver a mi imponente madre afuera y a todas las amigas de Lucía junto con ella afuera son una sonrisa.
-Qué pasa? -pregunté
-Ven aquí -al decir eso me tomó del pene con las yemas de sus dedos y me jaló hacía afuera del cuarto, las chicas soltaron unas risitas pero se contenían al estar la presencia de mi madre.
-Aauuh, que hice? -pregunté con dolor
-Sabes que tienes prohibido ponerle seguro a la puerta
-Si, pero tenía que hacerlo, Lucía y sus amigas entraron a molestarme
-Queríamos saludarlo, es todo, señora, Fernanda hizo la observación de que tenía un pene algo pequeño y se enojó -dijo una de las chicas, me dio vergüenza recordarlo y me cubrí rápidamente el pene.
-No te cubras, Josh -dijo mi madre dándome un manotazo para apartar mi mano- Te enojaste porque dijeron que tenías el pene pequeño?, SI LO TIENES PEQUEÑO!- Al decir eso ninguna de las chicas pudo evitar reírse.
-Me estaban molestando…-dije con la voz algo quebrada
-Solo quería presentarles a mi hermano, mami -dijo la mentirosa de mi hermana- El fue muy grosero
-Una de ellas me dio un golpe en los testículos -dije molesto
-Perdón, señora, fui yo, pensé que nos iba a pegar, se levantó muy enojado y caminó hacia nosotras
-Miente!, solo fui a cerrar la puerta, mamá -dije cada vez más molesta por esas mentiras
-SILENCIO!. -se hizo un silencio profundo en el pasillo- Josh, sin importar las razones sabes que tienes prohibido cerrar con seguro así que mereces un castigo.
Cuando dijo eso un frío recorrió mi espalda. Las amigas de Lucía estaban con la boca abierta, supongo que Lucía ya les había platicado cuales eran los castigos para los hombres de esta casa y morían por presenciarlo.
El miedo no era lo único que tenía en mi mente, sentía una gran humillación y vergüenza por estar desnudo frente a todas estas chicas, que tras la espalda de mi madre sonreían y no dejaban de ver mi paquete.
-Mamá, yo no hice nada malo, me estaban molestando
-Te daré 2 opciones, Josh, serás más amable con tu hermana y sus amigas o te castigaré frente a todas ellas. Elige.
-Seré amable -respondí rápidamente, la situación era injusta pero no podría soportar una patada de mi madre, menos frente a las amigas de Lucía.
-Muy bien, Josh, quiero que las atiendas muy bien, que les preguntes que necesitan cada 15 minutos y no vuelvas a ser grosero con ellas
-Mamá!, por qué?, no hice nada malo, por qué tengo que ser su sirviente.
-No serás su sirviente, solo serás amable con ellas
No podía creer lo que ser amable significaba para mi madre, era tan injusto.
-Gracias, mami. Hermanito, tratemos de llevarnos bien, de acuerdo? -lo hipócrita que era me molestaba mucho
-Deberías empezar de una vez, Josh -sugirió mi madre
-…Qué necesitan? -pregunté con un tono molesto
-Mmm, podrías traernos algo de limonada, Josh? -pidió una de las amigas de Lucía
-No hay limonada -le contesté
-Josh, hay limones, hay agua y hay azúcar, ve a prepararles limonada, necesito castigarte? -dijo mi madre
Tras escuchar eso fui hacia abajo a preparar su limonada
-GRACIAS HERMANITO!!, te quiero mucho -escuché de Lucía, era buena actriz la maldita.
Volví con 5 vasos y la jarra de limonada tras unos minutos, tenía ganas de escupirle pero si se daban cuenta la pasaría mucho peor. Al llegar a la habitación de Lucía la puerta estaba abierta así que entré. A pesar de ser unas malditas pesadas como mi hermana debo aceptar que todas eran increíblemente hermosas, todas llevaban shorts cortísimos excepto por una que llevaba una pijama larga. Ver sus piernas hermosas era genial aunque no era el mejor momento para mi, me sentía muy molesto aún, todas estaban sentadas en el piso en círculo.
Ellas murmuraron cosas, mientras yo les dejé la limonada en una mesa, estaba dispuesto a irme ya.
-Hermanito!
-Qué?
-No nos servirás la limonada? -preguntó Lucía
-Ya se las preparé y se las traje! -dije amargamente
-Mamá dijo que fueras amable, eso no es amable
Estaba furioso pero debía reprimir todo, empecé a servir la limonada en los vasos y a dárselos a cada una de ellas, ni siquiera quería verlas a los ojos, me sentía tan humillado.
-Gracias, Josh, Lucía tiene suerte de tenerte como hermano
-… -no dije nada
-Josh, no seas grosero, te hizo un cumplido! -dijo mi hermana
-Gracias… -dije sin ánimos
-Por nada, a mi me gusta tu pene, es chiquito pero se ve bonito -dijo una de ellas en forma bromeando
Al decir eso todas se echaron a reír, sus risas me molestaban mucho, quería terminar de servirles la limonada para largarme.
Finalmente le serví limonada a cada una de ellas y me levanté para irme.
-No te vayas aún Josh -dijo una de ellas
-Qué más necesitan?
-Jugaremos verdad o reto
-No quiero jugar
-Josh, recuerdas lo que te dijo mamá? -de inmediato intercedió mi hermana
-Me aburren estos juegos
-Solo será un rato, si juegas 5 rondas ya te puedes ir y no te molestamos más
-Prometen que ya no me molestarán?
-Si -dijeron todas las chicas al unísono
Tras aceptar jugar debo aceptar que aunque era incómodo estar desnudo frente a tantas chicas era un poco agradable que todas fueran tan lindas y estuvieran en shorts tan pequeños, incluso mi hermana se veía muy bien así, a pesar de que era una maldita cínica tenía muy buen cuerpo.
Lucía giró la botella y apunto a Beatriz, diría que era la chica más linda de la pijamada, no era tan delgada como las otras aunque tampoco era gorda, creo que lo que la hacía más linda para mi era su cara delicada, su cabello rubio y 2 enormes senos, su blanca playera para dormir era holgada y aún así se estiraba en el pecho de lo grandes que eran, se marcaba un poco su brasier, era un deleite mirar sus senos, lo hacía de vez en cuando pero trataba de no quedarme mirando, además si tenía una erección eso empeoraría mucho las cosas.
Terminó de girar la botella y apunto hacía ella.
-Beatriz!, verdad o reto? -preguntó mi hermana
-Mmmm, verdad…-respondió
-Buuuu, no seas cobarde! -dijo otra chica castaña (la que me había golpeado en los huevos)
No me gustaba que la molestaran, parecía algo tímida y de todas las chicas era la única que aunque las acompañaba no me insultó en ningún momento ni mintió para que me castigara mi madre. Me agradaba su ternura (además de su cuerpo).
-Ya chicas, eligió verdad. Dinos Beatriz, que opinas del pene de Josh?
Cuando preguntó eso mi hermana se me heló la sangre, sentí una enorme incomodidad, trataba de mantener la fachada que no me importaba, pero estaba en pelotas al lado de estas chicas, puse mis manos lentamente en mi entrepierna para taparme un poco pues noté como Beatriz empezó a mirar mi entrepierna tras esta pregunta. Ella empezó a ponerse roja de verguenza (aunque no creo que fuera ni la mitad de la que yo sentía).
Tras unos momentos las chicas dejaron de emitir sonido alguno, todas estaban esperando su respuesta.
-Pues…está bien, creo -dijo tímidamente
-Buuuu! -las chicas respondieron
-Que clase de respuesta es esa, responde bien, con detalles, te parece grande, pequeño, te gusta?, quisieras agarrárselo? -dijo la castaña que claramente era la más alocada de ellas, sus preguntas hacían reír a las otras
-Vamos, se honesta, imagina que mi hermano no está aquí -dijo Lucía
-Mmmm…ok, pues…Supongo que si es algo pequeño… -dijo con su carita roja como tomate
-JAJAJAJA -todas las chicas estallaron de risa -yo quería que la tierra me tragara, no sentí que lo hiciera por molestarme pero aún así resentí un poco su respuesta, me sentía humillado, ahora por la chica más tímida del grupo.
Al sentir que la forzaron a dar una respuesta honesta estaba seguro que no era por seguir la corriente a las chicas y que ellas mismas no lo decían por molestarme, talvez si tenía un pene pequeño…
-Lo siento, Josh -me dijo con cara arrepentida
-No pasa nada -le dije, aunque realmente si me sentía muy mal por su respuesta
-Fuiste honesta solamente, además todas pensamos que tiene pito chico, ya lo superará -dijo la castaña de al lado
-A pesar de eso te gusta el pene de Josh? -preguntó mi hermana
La chica quedó muda y todas guardaron silencio, tras unos segundos finalmente dio respuesta
-Mmm, creo que si, es bonito aunque no sea grande -su respuesta hizo estallar de risa nuevamente a las chicas, las cuales la molestaban bromeando
-Ya la hiciste, Josh, Beatriz podría ser la única chica que te acepte tus miserias, jaja -dijo una chica morena de cabello negro
Sus respuestas aunque brutalmente honestas hicieron que empezara a gustarme mucho Beatriz, parecía una chica tan dulce, algo que no quería que mi hermana y sus amigas corrompieran, aún así no creo poder hacer mucho desde esta posición, sería imposible causarle atracción si ya fui humillado por todas sus amigas, mi hermana, mi madre, estuve en pelotas frente a todas y encima me tienen de sirviente dándoles limonada, si eso fuera poco admitió que mi pene le parecía pequeño. Supongo que no habría esperanza de lograr algo con ella. Es una lástima porque realmente es linda.
-Ok, sigamos jugando -mi hermana giró nuevamente la botella y apuntó a la castaña, la chica más odiosa de todas
-Jazmin, te toca, verdad o reto?
-Mmmm, verdad
-Cogerías con Josh? -su preguntó causó risa a todas
-Todas las preguntas se tratarán de mi, Lucía? -pregunté molesto
-Jaja, tranquilo, Josh, esta es la última, además no pregunté nada sobre tu micropene
-Mmmm, no creo que podría coger con el, solo podría coger con hombres de verdad, no sentiría cuando tenga adentro la cosita de Josh, jaja -su respuesta hizo reír a todas las chicas, yo me encontraba molesto, pude ver como Beatriz arrugaba la boca para evitar reírse, me sentía tan humillado.
Giraron nuevamente la botella, apuntó a Beatriz otra vez.
-Otra vez tu, Beatriz, elige reto, para que se vuelva interesante
-Mmm, no sé, y si es muy feo el reto? -dijo algo nerviosa
-No seas cobarde, elige reto -dijo otra chica
-Mmm, ok, reto
-GENIAL!, tu reto será que te quedes en ropa interior y entres en el armario con Josh 10 minutos -al decir eso todas las chicas se alocaron
Su cara se puso de un rojo intenso, se veía tan linda…Yo sentía algo de desagrado por lo que hacía mi hermana, por ponerla en esta situación tan incómoda.
-No puedo hacer eso…-dijo Beatriz
-ES TU RETO!, debes cumplirlo -dijo la morena
-Vamos, no tienen que hacer nada, solo entren, esperen 10 minutos y salen.
-Pero me da verguenza que me vea Josh en ropa interior…
-PERRA, TU YA LE VISTE SU DIMINUTO PITO TODO EL DÍA! -dijo la castaña- deja que al menos vea tu ropa interior
Todas las chicas estallaron de risa con eso. Tras meditarlo un rato decidí ayudarla un poco.
-Acabemos con esto, prometo no hacer nada -le dije para tranquilizarla
Al decir eso se puso de pie, se bajó los shorts y se quitó su playera holgada, dios mío…Tenía un cuerpo espectacular, como dije anteriormente no era tan delgada como las otras, pero no se veía obesa, pero tenía unas curvas hermosas, unas caderas espectaculares y pude ver su enorme par de senos envueltos en un brasier rosa que se veía algo apretado para ella, talvez era difícil hallarlo en su talla. Estaba seguro que si no desviaba la mirada terminaría con una erección así que la aparté un poco. Caminamos hacía el armario, entramos y mi hermana se paró afuera.
-Dale aunque sea un beso, no seas aburrida -dijo y después cerró la puerta, pasaba muy poca luz ahí así que apenas podía distinguir su silueta. Escuchamos como las demás seguían jugando haciendo buya. No había mucho a donde mirar ahora, el armario era muy pequeño.
-Quieres sentarte?
-Si…me contestó tímidamente
Nos las arreglamos para poder sentarnos en el armario, aunque al ser tan pequeño quedamos apretados, nuestras piernas se tocaban, no se me ocurría que hablar con ella, sentía verguenza, el silencio y la incomodidad eran grandes, lo único que aliviaba un poco la tensión era escuchar las risas de las chicas afuera.
De pronto, sin previo aviso, sentí la mano de Beatriz en mi pierna, a pesar de no ver nada mis ojos se abrieron al instante y me puse increíblemente nervioso, podía sentir como acariciaba mi pierna, de pronto sentí como se incorporaba un poco y se acercó a mi. Sin decir una palabra me plantó un beso, al cual yo respondí poniendo mi mano en sus grandes piernas, era tal deliciosa tocar su tersa piel.
Sentía lo caliente de sus labios y escuchaba su respiración encima de la mía. Cuando pensé que esto no podía ponerse mejor sentí como su mano fue recorriendo mi pierna hasta llegar a mi pene…
El beso empezó a provocarme una erección y cuando Beatriz lo tomó con las yemas de sus dedos no pude evitar que se parara por completo.
Ella empezó a masturbarme, sentir sus suaves manitas era lo mejor que me había pasado, la deseaba tanto. Me sentí como un seductor a pesar de que ella fue quien se me lanzó. Aún así motivo a hacerle una pregunta algo subida de tono.
-Aún piensas que es pequeño? -dije de forma algo arrogante
-Si…jaja -su respuesta me aniquiló- Pero me gusta como es, me gustas, Josh.
Esas últimas palabras me hicieron sentir mejor, siguió masturbándome lo cual me prendía más y más, yo tocaba sus enormes senos los cuales eran tan suaves, quería hundir mi cara ahí, no quería dejar de besarla pero tenía que hacerlo. Me despegué de sus labios, ella no paró de masturbarme y empecé a besar su cuello, ella se retorcía de placer y poco a poco fui bajando a su hermoso par de pechos. Estando mi cara ahí se sentían incluso más grandes, pasaba mis labios y hacía pequeños recorridos con mi lengua, ella empezó a masturbarme más rápido cada vez. Finalmente no logré resistir más exploté en su mano. La apreté con fuerza y clavé fuertemente mis mejillas en sus senos mientras ella empezó a reducir la velocidad.
Estuvimos un rato abrazándonos, hasta que la puerta del armario se abrió de repente, la luz nos cegó y mi hermana quedó impactada al verme tan cerca de Beatriz y ella con mi pene en su mano. Nos alejamos al instante, ella soltó mi pene y todas las chicas enloquecieron al vernos.
-Se la jalaste a mi hermano? -preguntó Lucía
-Nooo, solo charlábamos -dijo Beatriz
-Mira tu mano, está llena de leche, jaja -dijo la morena de pelo negro
-Además de pito chico es precoz, jaja -dijo Jazmin, la castaña
-Tranquila, no es malo, de hecho estamos orgullosas de ti, querías el pito de Josh y lo tomaste -empezaron a animarla todas lo cual la hizo sonreír, nos levantamos para salir del armario
-Contigo es diferente Josh -me dijo mi hermana- Sabes que mamá te tiene prohibido tener erecciones, me pediría que te diera una patada en los huevos de castigo, imagina lo que hará cuando sepa que incluso te viniste en mi armario.
Sus palabras me llenaron de miedo, tragué saliva y quise convencerla de no decir nada.
-Lucía, tu me dijiste que jugara, me metiste al armario con ella, no ha sido culpa mía, no seas injusta
-No te pedí que tuvieras una erección, eso es tu responsabilidad y debes pagar por ello
-No le digas a mamá
-Si le dijera te aseguro que una patada sería NADA a comparación de lo que te haría, te puedo garantizar que te castraría, jaja
-Pero no le dirás, cierto? -le dije con un tono lastimero
-Aún no lo decido, que dicen chicas, debería decirle a mi mamá para que castre a Josh?
-Siiii, dile, que le corte los huevos o el pito, de todas formas para el tamaño que tiene no importa -dijo una de ellas
-Ellas quieren que les diga, Josh, lo siento
-Porfavor, Lucía, no le digas, tu me hiciste jugar a esto!
-Bésame los pies y lo reconsideraré…
-Lucía…no haré eso
-Ok, tu dignidad vale más que tus huevos, respeto eso, ahora vuelvo, voy con mamá -dijo fríamente
-Espera! -le dije tomando su brazo, tras decir eso me puse en 4 patas, ella puso su pie frente a mi y yo lo besé totalmente humillado, no quería ni ver a Beatriz a los ojos, que verguenza…
-Ok…Josh, me has convencido, mantendremos tu secretito pero a cambio serás nuestro esclavo
-Siiiii!!, todas las chicas hacían escándalo
-Qué tengo que hacer?
-Todo lo que te digamos
-Por cuanto tiempo?
-Siempre que nos reunamos
-Estás loca!
-Un poco, como sea, será divertido ver como mamá te cuelga de los huevos en el patio.
Me tenía totalmente contra la pared, no podía hacer nada, Lucía solo me había dado una patada hasta ahora y fue devastadora y solo fue por tener una erección, mi madre si sería capaz de castrarme si se enteraba que me vine en el armario de mi hermanita. Además cuando me contaron de esto mi madre admitió que había considerado castrar a mi padre por en una ocasión.
-Está bien, Lucía, pero no digas nada
-Yeiii, chicas!, tenemos esclavo! -todas enloquecieron y se abrazaron, Beatriz no se volvió loca como las demás pero al verla parecía feliz, incluso cuando mi hermana me obligó a besar sus pies al verla de reojo pude ver una leve sonrisa en su cara. Parecía que a pesar de ser tan tímida disfrutaba con mi humillación. A pesar de eso no podía dejar de quererla. Menos con su cara tan hermosa y ese par de piernas que aún no cubría con sus shorts, solo se había puesto la playera tras el incidente del armario.
No tenía idea de que harían Lucía y sus amigas conmigo pero estaba seguro que no sería nada bueno…
[Espero les haya gustado el relato, cerditos, les mando un abrazo y una patada en sus huevillos :p]
[El desenlace lo subiré a mi patreon, talvez algún día aquí…]
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