Juego de la silla en parejas

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18 julio, 2024

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Ana y yo descubrimos que teníamos más en común de lo que pensamos, además de tener novios con penes pequeños descubrimos que ambas éramos dominantes, hace un par semanas tuvimos una noche gloriosa donde nos juntamos los 4, nosotras nos vestimos como 2 diosas sexys en cuero, a los chicos los tuvimos en pelotas todas las noches torturándolos de diferentes formas, incluso medimos sus penes para saber quien la tenía más pequeña, la noche se puso loca cuando jugamos a amarrarlos de los huevos y hacerlos que arrastraran unas sillas con nosotras encima. De milagro conservaron los testículos. Decidimos que nos juntaríamos nuevamente con una temática algo diferente, mi chico ganó la carrera, Ana y yo apostamos que la que ganara mandaría en la siguiente sesión.

 

Al tener a mi chico en pelotas esa noche y tras haberlo torturado física y psicológicamente las cosas no podrían volver a ser como antes, me había vuelto adicta a dominarlo en todo momento, le impuse nuevas reglas, la más importante es que tenía prohibido usar ropa en la casa, le dije que si algún día lo descubría con ropa lo castraría.

 

Era viernes, fue un día cansado en la oficina pero solo con pensar en lo que haría esta noche me regresaba la energía, mi novio Pablo tenía la suerte de trabajar en casa remotamente, de cualquier manera debía estar listo para cuando yo llegara.

 

Recuerdo el día siguiente cuando implementé esa regla, estaba emocionada por llegar a casa y ver el espectáculo pero al llegar al abrir la puerta el cretino no tenía una erección, entré y vi que se masturbaba a prisa para tenerla (no se preparó con tiempo), me enojé tanto que le di una patada en los huevos con todas mis fuerzas desquitando el coraje tras la decepción, creo que me excedí de fuerza, estuvo tirado en el piso como 10 minutos hasta que se arrastró al sofá. Ese día lo ignoré y el rogaba mi perdón, tras un par de horas me convenció de darle otra oportunidad. Desde ese día no ha fallado en sus obligaciones hasta ahora, creo que aprendió la lección.

 

Ese viernes era nuestra gran noche. Llegué a casa y entré por la puerta, como era cotidiano el estaba en pelotas tras la puerta, yo me quité mi bolso del hombro y lo coloqué en su pito erecto, después mi chaqueta y la coloqué ahí mismo. Esperó a que pasara frente a el para ir a guardar mis cosas. Cuando volvió yo estaba en el sofá descansando un poco, su siguiente labor era traer mis sandalias y quitarme los zapatos. Llegó a quitarme los zapatos y empezó a masajear mis pies, ya habíamos repetido esta rutina varias veces pero creo que era imposible que me aburriera de ella, era un deleite ver a mi chico en pelotas sirivéndome como un esclavo a su ama. Le dije que siguiera el masaje con mis piernas, estuvo delicioso!, creo que estaba emocionado por esta noche (además de muy excitado). Para terminar el ritual fue a preparar mi baño, al llegar el estaba ahí parado al lado de la tina con una toalla encima de su erección. No siempre me gusta que me vean al bañarme así que el tenía prohibido voltear a verme, debía permanecer quieto hasta que terminara y jalara mi toalla para secarme, además de no poder mirarme debía mantener su erección pues si tiraba la toalla pagaría las graves consecuencias, solo ocurrió una vez cuando tomé una ducha muy larga, supongo que al tener prohibido verme no pudo mantener más la erección y la toalla cayó al piso, durmió en el piso esa noche y no lo dejé venirse por 3 días con un cinturón de castidad. Solo durmió en el piso esa noche porque realmente me excitaba tenerlo abrazándome por detrás, yo dormía con poca ropa para excitarlo, me encantaba la idea de que me deseara tanto y no pudiera tener un desahogo.

 

Como sea, ya me había duchado, Pablo también y ya me había puesto mi traje sexy, un traje de cuero que consistía en un corsé y una falda de cuero, todo completamente negro que con mi color de piel pálido me hacía lucir como una vampiresa sexy. Mi chico no necesitaba cambiarse, estaría en pelotas toda la noche.

 

Finalmente llegaron Ana y Raúl, al llegar Raúl vio a mi chico desnudo, intuyó que el debía desnudarse también y así lo hizo también. Cuando finalmente estaba en pelotas Ana tomó acción

 

-Espera a que te lo ordene, tonto, no te mandas solo, además debería darte verugenza mostrar esa verga tan pequeña-al decir esto le soltó un manotazo con el dorso de su mano en los huevos, lo cual lo hizo doblarse y agarrarlos.

-Bien chicos, como sabrán, esta noche yo mandaré a todos, incluyendo a Ana. Les hago saber de una vez que aunque yo sea la máxima autoridad Ana será la segunda al mando, así que si alguno de ustedes le falta el respeto pagará las consecuencias, ustedes son lo más bajo aquí y solo están para obedecer

-Para el juego que tengo planeado simplemente tendrán que sentarse en esas sillas

 

Les señalé 2 sillas que tenían un agujero en medio (robé a idea de una película, jaja) mientras les daba instrucciones Ana se quitó una chaqueta y unos pants, abajo tenía su traje sexy, en esta ocasión traía un especie de bikini de cuero negro además de un antifaz negro muy sexy. Eso junto con sus labios pintados de rojo la hacían ver tan sensual que quería agarrarle esas perfectas nalgas y darle un beso.

 

-Siéntense ahí, Ana los amarrará y empezaremos el juego.

 

Una vez estaban amarrados a las sillas le di a Ana una cuerda de cáñamo muy gruesa la cual tenía un nudo al final, no sé un carajo de cuerdas pero era como las que se usan para amarrar botes en las orillas. En una película había visto que a un tipo lo torturaban así, arrojaba la cuerda hacia arriba entre la silla para impactar directo en las pelotas con el nudo de la gruesa cuerda. El solo recordar la escena me excitaba, aunque si se veía increíblemente doloroso, además de esa cuerda le di una fusta, que aunque claramente dolería mucho no se comparaba para nada con el nudo de la cuerda, esa cosa podría castrarlos si le diera con todas sus fuerzas.

 

Podía ver los huevillos de los chicos ahí flotando cuando se sentaron, Ana les vendó los ojos y le ayudé a amarrarlos, íbamos a empezar el juego.

 

-El juego es simple, jugarán un clásico “pierda, papel o tijera”, desde la silla. Lo interesante del juego es lo siguiente, después de cada ronda se les preguntará a uno de ustedes si utilizaremos la fusta o la cuerda en el perdedor, sin embargo no les diremos quien ganó o quien perdió, el perdedor se enterará que perdió cuando reciba el golpe en sus colgantes huevos, en el caso de ser empate, Ana castigará a ambos de la forma que ella elija usando su cuerpo.

 

Los chicos procesaron la información, parecían muy nerviosos desde que le di la cuerda con el nudo a Ana, es difícil culparlos, tener los testículos ahí flotando con la probabilidad de recibir un golpe de esa cosa gigante me mataría de miedo. Es de esos días que agradezco no tener huevos, jaja.

 

-Podrán decir: “Por qué rayos elegiría la cuerda si podrían ser mis huevos a los que ese monstruo golpeé”, si ese es el caso les informo que habrá un premio cuando elijan la cuerda. Si la cuerda es elegida, quien haya resultado victorioso recibirá sexo oral de la novia del otro chico por máximo 20 minutos, el perdedor no solo tendrá sus huevos machacados, sino que su novia le dará sexo oral a su adversario, el tiempo del oral dependerá del perdedor si se acorta, una vez que diga: “Sigamos” termina el oral y seguiremos con el juego. El chico que reciba el oral tiene prohibido venirse, si eso llegara a ocurrir su castigo será recibir 3 golpes con la cuerda SEGUIDOS!, básicamente será castrado.

 

-Vale fue a quien se le ocurrió este juego sádico, jaja, es la perra más sádica que haya conocido en mi vida -dijo Ana de forma burlona, aunque debo confesar que me sentí orgullosa cuando dijo que era una perra sádica

-Creo que cuando se trata de sus huevos sale mi lado más creativo y sádico, jaja -contesté

-Así que ya saben, chicos, si pierden los huevos esta noche se lo pueden agradecer a Vale, jaja -dijo Ana cínicamente, los chicos se veían realmente asustados, quise animarlos un poco.

-Vamos, no sean cobardes, no tienen pelotas?, desde aquí parece que si…son de adorno? Además podrán recibir un oral, algo que dos pitos chicos como ustedes no merecen, deberían cortarles esas cosas inservibles.

-Demuestren que pito no tienen pero si pelotas! -dijo Ana aplaudiendo para dar ánimos 

 

-Por último, hay 2 formas de terminar este juego, si uno de los chicos se rinde tendremos un ganador, el cual tendrá de premio sexo salvaje con ambas hasta venirse deliciosamente mientras el otro observa, otra forma de “victoria” sería si tras 5 rondas ambos deciden rendirse, siendo así el juego termina y el premio será dejar que se masturben viéndonos a Ana y a mi dándoles un espectáculo.

 

Tras decir eso les indiqué que se prepararan, a la cuenta de 3 pondrán piedra, papel o tijera para proceder. 

-1..2..3 -contó Ana, al decir eso vi como los 2 idiotas eligieron piedra

-bien Ana, procede

 

Al decir eso Ana se agachó detrás de mi chico y le soltó un puñetazo muy fuerte como si fuera una pera de boxeo, pude ver como su huevos rebotaron hacia delante, mi chico dio un quejido que duró unos segundos. Al escuchar eso, Raúl se puso feliz, pensó que había ganado, el idiota no entendió que si no le preguntábamos que instrumento usaríamos era porque ambos perdieron, pronto se daría cuenta…

 

Ana se puso detrás de el, pensé que la maldita le pegaría más despacio al tratarse de su novio, cuan equivocada estaba…Le soltó un golpe incluso más fuerte que al mío, el se sacudió y miró hacia arriba, estaban bien amarrados a las sillas así que apenas se movían. Les dimos unos segundos para recuperarse.

 

-Bien, segunda ronda, 1..2..3 -esta vez yo anuncié y vi como mi novio volvió a usar piedra (era muy terco) en cambio el novio de Ana puso papel.

-Pablo, elige fusta o cuerda -Pablo se quedó pensando un buen rato, aunque era inútil, no había forma de saber si ganó o perdió

-Fusta -finalmente decidió, el muy cobarde no quiso arriesgar sus bolas, aunque para mi era mejor que no lo castrara Ana, jaja. Me gustaban sus bolas y no quería quedarme sin esas pelotitas para patear

 

Ana se posicionó detrás de el y tomó la fusta, sin decir una sola palabra le soltó el latigazo con todas sus fuerzas en sus indefensas bolas, apesar de que era una fusta se vio bastante doloroso como azotó con sus huevos depilados, parecían 2 esferitas relucientes que tras el latigazo quedaron rojas.

 

El novio de Ana se echó a reír tras la victoria

 

-No te alegres tanto, cariño, podrían ser tus bolas las siguientes… -le advirtió Ana

 

Le dimos un momento para recuperarse para seguir jugando

 

-Ok, sigamos 1..2..3! -al decir esto vi como mi chico puso tijeras y Raúl puso papel de nuevo, esta vez no se reirá el infeliz.

-Ok, cariño, ahora debes elegir, fusta o cuerda, le dijo Ana poniendo una mano en su hombro, yo sospechaba si era un código secreto para que supiera que perdió y eligiera la fusta, pensaba confrontarla por eso, no me gustan las trampas.

-CUERDA! -dijo entusiasmado el idiota, tras decir eso se fue toda sospecha de trampas de mi parte, si supiera que perdió nunca hubiera elegido cuerda.

-Ok -Ana fue a tomar la cuerda, PUTA MADRE!, verla caminar con esa cosa daba miedo, no podía imaginar lo mucho que dolería, esperó un par de segundos. Al voltear a ver a mi novio me dio mucha gracia como se tensó su cuerpo, el pensaba que había perdido y parecía muy agitado al escuchar cada paso de Ana, podía sentir solo con verlo como con cada fibra de su ser quería soltar sus manos para proteger sus bolas.

-A la cuenta de 3 Ana, 1..2..AHORA! -Al contar 1 Ana lanzó el nudo hacia delante un poco, al contar 2 lo lanzó hacía atrás para al llegar al 3 lanzarlo con fuerza hacía adelante. 

 

Que buena puntería tenía la perra, le dio justo en medio de los huevos a su novio, mi vista era perfecta, pude ver el nudo al llegar a sus huevos, los aplastó brutalmente, parecía que los había hecho puré. Al ser impactado Raúl soltó un grito lleno de dolor, se retorció con mucha fuerza, parecía que quería arrancar las cuerdas, podía sentirse como jalaba con todas sus fuerzas para tratar de alcanzar sus pobres testículos aunque era inútil, solo seguía gimiendo, las cuerdas no cedían, nunca había visto algo tan doloroso frente a mi antes. El pobre respiraba de forma agitada, no podía hacer nada para calmar su dolor. Mientras tanto Ana soltó la cuerda en el piso y camino hacía mi chico, el se veía tan aliviado al no tratarse de sus huevos, Ana se arrodilló frente a el y puso su pito flácido en su boca. Tras esto podían escucharse los sonidos de la boca de Ana, yo podía ver como lo tenía dentro de su boca y movía su lengua hacia cada rincón, mi chico lo estaba gozando el muy cabrón, era evidente que tenía una erección ahora, en la habitación solo se escuchaban los gemidos de mi novio, los sonidos húmedos de la boca de Ana y la respiración agitada de Raúl, que aún seguía recuperándose del brutal golpe.

 

-Vaya que lo disfrutas, amor…Espero que no te guste tanto para preferir las mamadas de Ana que las mías, si así fuera te corto el pito y se lo doy a Ana

-No, mi diosa, tus mamadas son las mejores -al decir eso no pude evitar sonreír, me pareció tan tierno, a Ana no le pareció tan gracioso, tras escuchar eso abrió los ojos y le soltó un puñetazo en los huevos por debajo de la silla, mi novio soltó un quejido, aún así Ana siguió dándole el oral.

-Vamos, Raúl, tu chica está devorando el pito de Pablo, vas a dejar que siga así?

 

Raúl reaccionó ante esto pero aún no decía las palabras mágicas, el oral duró unos 4 minutos más hasta que finalmente las dijo

 

-Sigamos… -al decir eso se escuchó como Ana se sacó el pene de la boca, haciendo un chasquido, pude ver el mini pene de mi novio parado, deseando más

-Muy bien, bebé, tu puedes -le dijo Ana a su chico

-Bien, sigue la cuarta ronda. 1…2…3 -Ambos hicieron papel, Ana se agachó y extendiendo los brazos capturó los huevos de ambos chicos al mismo tiempo, empezó a apretarlos y jalarlos con fuerza, ellos se retorcían en sus sillas soltando quejidos y haciendo gestos de dolor, podía ver una sonrisa en la hermosa carita de Ana, era la cara de alguien que disfruta lo que hace.

Tras unos cuantos segundo finalmente les soltó los huevos, a pesar del dolor ambos parecían agradecidos de haber empatado. Tras un minuto continuamos

 

-Sigamos, esta es la quinta ronda, una vez la pasen podrán retirarse con su premio menor chicos, claro, si no tienen las pelotas para continuar -les dije

-Ok, contaré. 1..2..3 -Contó Ana, en esta ocasión mi chico eligió papel y Raúl tijeras, se supone que debo “cuidar” a mi chico, quería que fuera castigado pero no quería que perdiera las bolas esta noche, pero he de confesar que me puso muy caliente solo imaginar que le tocara ser golpeado por la cuerda, ver como esa cosa aniquilaba sus bolas y disfrutar como se retorcía del dolor.

 

Cuando Ana le preguntó si elegía el látigo o la cuerda, yo me acerqué a mi chico, puse mi mano en su pierna y le susurré al oído: “Pide la cuerda”. Al decir esto el sonreía, no me sentía tan orgullosa de lo que hice, hice pensar a mi chico que había ganado y que pidiera cuerda para acabar con Raúl. Traicionarlo no me encantaba pero no podría soportar que terminara esta noche sin presenciar sus bolas siendo machacadas por la cuerda, ver su cara cuando impactara en sus frágiles huevos, si el precio de ese espectáculo eran sus bolas estaba dispuesta a pagarlo…

 

-Cuerda -dijo mi chico con seguridad, Ana se aguantaba la risa de lo que acababa de ocurrir, si se reía podría arruinar la sorpresa.

-Bien, será con cuerda, aunque esta vez yo quiero ser quien la use, quiero reventarle los huevos al perdedor -tras decir eso fui a recoger la cuerda, mientras caminaba hacia atrás de las sillas pude ver una leve sonrisa en mi chico, el pobre tonto pensó que tendría otra mamada de Ana, le esperaba algo un poco distinto…Jajaja.

 

Nunca me había sentido más entusiasmada, estaba a punto de darle a mi chico en las bolas con este monstruo de cuerda, sentía pena por el pero mi diversión era más importante que sus bolas.

Esta vez Ana contó para darle el golpe, de otra forma sabría que estaba detrás de el. Pude ver gestos en la cara de Raúl, parecía prepararse para el dolor.

 

-1…….

-Espera -dijo Raúl

-2…….

-Espera, porfavor, volvió a decir Raúl, ya no parecía tan valiente, ni siquiera era el quien recibiría el castigo, jaja.

-3!!! -al escuchar el 3 arrojé el nudo hacía las bolas relucientes de mi novio con mis 2 brazos, fue muchísima fuerza, impactando con sus pobrecitos huevos. Al recibir el golpe no tenía la perfecta vista de hace rato como cuando vi como aplastó los huevos de Raúl, aún así estoy segura di en el blanco, al golpear a mi chico dio un grito lleno de dolor y sorpresa, saltó y al igual que Raúl jalaba las cuerdas intentando zafar sus manos para sobar sus pobres y traicionados huevos, se balanceó en la silla mientras agonizaba al punto que cayó de lado, teniendo su cara contra el piso ahora, creo que me excedí de fuerza, Raúl quedó muy mal tras el golpe que le tocó a el, pero el pobre de Pablo parecía haberlo sufrido el doble, quizá por mi excitación no medí mi fuerza y se me pasó la mano, incluso un golpe suave con la cuerda debe doler como el infierno, yo le di tomando más impulso que Ana y con mucha más fuerza.

 

Estaba en el piso aún quejándose, su dolor no parecía irse, supongo que este es el espectáculo que quería ver…Aunque el resultado fue mucho más doloroso de ver de lo que esperaba debo decir que valió la pena, jaja.

 

Con mi pie lo empujé hasta hacer que quedara con su frente hacia el piso, era tan delicioso verlo así, sus huevos estaban apuntando hacia arriba, el seguía quejándose por el golpe, yo estaba hipnotizada, sus bolas me llamaban, me rogaban por otro golpe con la cuerda, esta vez con todas mis fuerzas, sentía una fuerte necesidad de darle otro ahora teniendo sus bolas tan cerca y tan a la vista, me acerqué poco a poco con la cuerda aún en mi mano, era como si un demonio se hubiera apoderado e mi, mi cerebro me decía que no debía hacerlo, darle otro de inmediato sería demasiado peligroso, podría castrarlo y dárselo con todas mis fuerzas definitivamente los pulverizaría, sería imposible que los conservara si le daba con todas mis fuerzas.

 

“Tal vez me perdone a pesar de que lo castre…Después de todo es mi esclavo, además un amo castra a sus mascotas por su bien, no sé si tengan ganas de coger cuando no tienen huevos pero si es así podríamos coger sin temor a embarazos, sería como una vasectomía instantanea…”

 

Los pensamientos intrusivos y oscuros se apoderaban de mi, mi mano empezó a alzarse como si tuviera vida propia. Ana era la única que podía ver mis intenciones para detenerme, la muy zorra tenía los ojos abiertos y la boca abierta, ansiaba que le reventara los huevos a mi novio y verlo en primera fila, de reojo pude ver como estaba tocándose mientras yo me decidía a darle con la cuerda otra vez a mi chico, mientras se masturbaba volteó un momento a ver a una cámara que había colocado para grabar la sesión, para asegurarse que estaría todo grabado para masturbarse una y otra vez con la grabación, supongo. Creo que no tenía elección, ya no tenía control de mi, iba a reventarle las pelotas a mi novio, escuchaba sus quejidos lejos, como música de fondo mientras mi mente me ordenaba golpearlo.

Seguí caminando hacia el alzando la cuerda, estaba lista para darle otra vez…

 

-Ama Valeria, no me dará mi premio? -preguntó Raúl

 

Esa pregunta me sacó de mi trance, que rayos estaba a punto de hacer?, me había vuelto loca? 

Tras darse cuenta que la pregunta de Raúl me sacó de mi trance Ana puso una cara de molestia hacia Raúl.

 

-Ah, si… -dije mientras conectaba con la realidad nuevamente. Caminé hacía el, me puse de frente y empecé a mamar su  pito el cual no estaba erecto, era como un gusano en mi boca, nunca había sentido un pene no erecto antes en mi boca, debo decir que era una sensación interesante (era como si sorbiera un fideo), más aún porque empecé a sentir como crecía dento de mi boquita, fue muy rico y estaba increíblemente cachonda tras darle en las bolas a mi novio e imaginarme lo que le hubiera hecho si no me hubieran sacado del trance, mientras le mamaba a Raúl su diminuto pene empecé a tocarme yo misma, era delicioso. Creí que no podría ponerse mejor hasta que escuché como se aproximaba Ana tras de mi, se sentó a mi espalda y desde esa posición sentí sus manos jugar con mis pechos, una vez más sentí esas tibias, suaves y delicadas manos en mi, estaba en la gloria, no pude resistir y con mi mano derecha tomé los huevos de Raúl, estaba en el clímax, ahora sus huevos tendrían que pagarlo.

 

Ana empezó a buscar mis pezones a través de mi traje de cuero, cuando finalmente los alcanzó empecé a masturbarme más rápido, cada vez me excitaba más, los pobres huevos de Raúl eran apretados por mi mano mientras más me acercaba al orgasmo, me estaba encantando, no debía venirme aún pero no podía aguantar más, traté de frenar un poco el como me tocaba sin dejar de mamarle el pito a Raúl, de pronto Ana apartó una de sus manos de mis senos y la puso en mi entrepierna, apartando mi mano empezó a masturbarme ella, lo hacía delicioso, era una cascada de sensaciones, el pito de Raúl en mi boca, sus huevos en mi mano, los dedos de Ana en mi pezón y otros en mi clítoris. No pude más…exploté en un orgasmo riquísimo, de esos que piensas que no volverás a tener uno así el resto de mi vida.

 

-Estoy cerca de venirme… -dijo Raúl

-Idiota, recuerda lo que pasará si te vienes durante el juego, 3 veces seguidas con la soga, si te vienes mejor despídete de tus huevos. Además si me averguenzas de esa forma te juro que te corto el pito también. -lo regañó Ana

 

Yo seguí dándole mamadas, quería hacer que se viniera, seguir con el ahora, Pablo seguía tirado en el piso oyendo el espectáculo.

 

-Pablo, rindámonos y aceptemos el premio secundario -dijo Raúl intentando articular mientras seguía dándole oral

-No… -respondió Pablo desde el piso, con mucha calma y voz baja, parecía que aún no se recuperaba del tremendo golpe

-Idiota, quieres arriesgarte a que te den otro igual?

-Estás a punto de perder, si te vienes te darán 3 veces con la cuerda, ríndete tu si tanto quieres terminar el juego -contestó con un poco más de ánimo aunque aún muy débil

-El juego seguirá me venga o no, si no nos rendimos juntos no lo haré yo hasta que te destrocen las bolas a ti también

-Así es, chicos, el juego seguirá hasta que ambos se rindan o haya un ganador -dijo Ana, yo seguía mamando el pene de Raúl quien luchaba por no venirse

-Ya escuchaste, acabemos con esto. Ya nos dieron con la soga a ambos, ya superamos los 5 rounds, aceptemos el maldito premio o ambos seremos castrados esta noche.

 

Pablo se quedó pensando un poco, tras meditarlo un poco finalmente aceptó

 

-Bien, chicas, nos rendimos

 

Al escuchar me saqué el pene de la boca, haciendo el mismo chasquido que hizo Ana. Fui a levantar a mi chico y les quitamos las vendas de los ojos. Acababa de venirme y aún así seguía demasiado caliente, cuando fui a levantar a mi chico no pude evitar agarrar sus huevitos, estas pobres bolitas que habían sido víctimas de mi brutalidad y traición.

 

-Por qué me engañó, mi diosa? -preguntó Pablo

-No te engañé

-Si, me hizo pensar que gané y elegí la cuerda, nunca había sentido tanto dolor en mi vida

-Nunca te dije que habías ganado, solo te dije que eligieras cuerda, me ponía muy cachonda reventarte las bolas y no pude contenerme. Si se hubiera acabado el juego y no te hubiera dado en las bolas con la cuerda no hubiera sido tan divertido. Tus patéticas bolas valen más que mi felicidad?

-… -quedó sin palabras, tal vez algo molesto por el truco

-CONTESTA! -le dije apretándole los huevos

-No, mi ama -dijo con dolor

-No qué?

-Su felicidad es más importante que mis huevos

-Correcto, si destrozarte los huevos me hace feliz tu debes ofrecerlos sin quejarte

-Así será, mi ama, perdóneme… -era gracioso como el se estaba disculpando aún cuando yo le molí las bolas, jaja

-Está bien, ya has sufrido demasiado, pequeño. -Le dije y dejé de presionar sus pobres huevos y solo los acariciaba.

 

[Debo informarte algo, te hablo a ti, lector pajero pito corto, formas parte de este juego también, el siguiente castigo es para ti, el relato lo dejaré hasta aquí por ahora, subiré el resto a mi patreon para mis esclavos que me apoyan, ve a visitar mi patreon si no quieres que te lleve yo de las bolas personalmente, si además de pito chico eres pobre pero matarías por leer el resto dejaré que me escribas a mi correo, ruégame por el desenlace y si tus súplicas me convencen podría pasártelo…]

 

[Espero hayan disfrutado este relato, al ver la popularidad que tuvo “noche de parejas” decidí hacer algo como eso de nuevo pero más sádico :p]

Patreon.com/Valetrix

 

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