Vale y Sam

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17 julio, 2024

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[Dedicado a mi gatita Sam, Abrazos]

[Tiene relatos cool, por si quieren echarse la vuelta]

https://www.todorelatos.com/perfil/1491458/

 

Sam volvía a casa de visitar a su novio, vivía sola, su novio ya había ido a su casa antes aunque era un poco patán, la hacía ir hasta su departamento para su comodidad. Sam no era de las chicas que peleaba, siempre quería alejarse de los problemas así que era muy complaciente, físicamente era muy bonita, 22 años, una chica normal, pechos pequeños, no mucha cadera pero un trasero muy lindo que resaltaba mucho. Ella y su novio eran bastante pasivos en la cama, aún era placentero pero se habían vuelto muy rutinarios y poco apasionantes sus encuentros.

 

Cuando llegó a su casa vio que había llegado una nueva vecina a la casa de en frente que solía estar en renta, ya había llegado quien la ocuparía. Era una mujer joven, quizá unos 4 o 5 años mayor que Sam. Llevaba una falda negra que enmarcaba perfectamente su cuerpo con curvas, tenía unas caderas marcadas seguidas de un trasero algo prominente con unas piernas tersas que se antojaba tocarlas y una camisa algo formal beige, era un poco holgada pero aún así se podían ver sus senos, no eran gigantes pero si grandes y provocaba clavar tu rostro ahí, su atuendo parecía de oficina.

 

Tras saludar empezó a caminar hacia Sam, quien se sentía algo intimidada, Sam también era muy bonita pero se sentía como una niña cuando esta mujer iba hacia ella sin apartar la mirada. Sam llevaba unos shorts negros y una blusa blanca sin mangas y tenis, muy casual.

 

-Hola, vecina! -dijo Vale llegando a ella

-Hola… -contestó Sam tímidamente

-Soy tu nueva vecina, me llamo Valeria, puedes decirme Vale

-Mucho gusto… -La mujer era muy bonita y algo imponente, ponía nerviosa a Sam

-Esta es la parte donde me dices tu nombre, jaja

-Lo siento!, me llamo Sam -contestó nerviosamente

-Cómo son los vecinos de aquí?

-Todos son educados, muy silenciosos, es un vecindario muy tranquilo

-Ya veo…Supongo que yo seré la ruidosa entonces, jaja -dijo Vale bromeando

-Jaja -Sam se reía con nerviosismo

-Me pareces agradable pero debo atender a los de la mudanza y desempacar, te gustaría venir como a las 7 a tomarte una copa de vino y charlar?

-Emmm, claro, necesitas que lleve algo?

-Solo a ti

 

Sam se sentía muy nerviosa, no sabía de que iba a hablar, siempre se ha considerado una chica aburrida, aunque por la interacción previa sentía que siempre y cuando contestara lo que Vale le preguntara y tratara de preguntarle cosas a ella, la conversación debería salir bien.

 

Dieron las 6:59 pm y Sam salió de su casa y camino hacia la puerta de la vecina, al llegar tocó la puerta tímidamente

 

-Hola, Sam, wooow, que puntual eres, jaja -Sam se sintió algo avergonzada por llegar exactamente a la hora acordada

-Si, jaja, no me gusta quedar mal

-Pasa, siéntate, traeré la botella de vino

 

Sam se sienta en la sala de piel negra y espera que vuelva, se sentía algo inquieta pero mientras Vale estaba en la cocina aprovechó para echar un vistazo a la casa, la casa era muy bonita, tenía muchos muebles elegantes, Sam supuso que hacía mucho dinero.

 

-A que te dedicas, Sam?

-Pues, estudio psicología

-Ya veo, vives sola?

-Si

-Cómo pagas tu casa

-Mis papás me envían dinero, vivo aquí porque me queda cerca la universidad

-Awws, que bonita, eres una chica bien portada, estudiosa, jaja

-Jaja, supongo que si, tu a que te dedicas?

-No te aburriré con mi trabajo así que te diré que trabajo en oficina y ya

-Mmmm, ok -Sam se sintió algo vulnerable con esa respuesta tan tajante

-Dime, Sam, que hobbies tienes, que te gusta hacer?

 

La charla siguió así un rato, enfocada principalmente en Sam, le contó de sus hobbies, que tenía novio y algunas cosas de su escuela. Al final estuvieron hablando de los chicos, sus parejas, cosas que les gustaban y cosas que no, para este punto la charla y el vino relajaron mucho a Sam, ya sentía más confianza con Vale, incluso se sentó al lado de Sam y de vez en cuando tocaba su cabello amistosamente, haciéndole cumplidos de este.

 

-Cuando quieras venir, ten la confianza de tocar a mi puerta, Sam, me gusta charlar contigo

-Gracias, lo haré, jaja

-Hablo en serio, sé que eres algo tímida. Esta es tu casa, solo toca o entra si está abierto -dijo Vale poniendo su brazo en el hombro de Sam

-De acuerdo…Te lo agradezco mucho, lo haré -contestó Sam poniendo su mano izquierda en su hombro derecho, tocando la mano de Vale

 

Más allá de la confianza se sentía cierta tensión que Sam no lograba identificar, nunca se había sentido atraída por una mujer, pero con Vale todo era muy extraño desde el primer momento que la vio.

 

Tras darse un abrazo Sam se marchó, fue a hacer sus tareas pero le era difícil concentrarse, pensaba mucho en Vale, lo hermosa que era y lo bien que la hacía sentir, le daba una sensación de sentirse segura y protegida.

Al voltear a ver a su ventana se dio cuenta que estaba oscuro, trataba de concentrarse en su tarea pero Vale seguía apareciendo en su mente.

Su hermoso cuerpo y seguridad la atraían mucho, se acostó un rato para descansar de los deberes, su mente la hacía imaginarse escenarios extraños con Vale. Se imaginaba viendo una película en la cama con ella, ella la abrazaba por atrás y sentía sus grandes pechos en su espalda, se sentía como una niña protegida por su mamá, sentía tanta paz, calidez.

 

Un destello la sacó de su fantasía, era la habitación de Vale, casualmente estaba frente a la de Sam y había encendido la luz de su habitaicón.

Se sentó en la orilla de la cama para echar un vistazo, su cortina estaba abierta así que podía ver claramente todo. Había una luz tenue y cálida, una cama con sábanas negras, una lámpara roja y caminando por la habitación estaba Vale en toalla, recién bañada, fue hacía un mueble de donde sacó unos panties y los puso en la cama, después caminó hacia un extrema de la habitación donde Sam la perdió de vista, tras unos segundos volvió con una prenda roja en las manos, parecía ser un camisón. Al llegar a la cama se quitó la toalla y la puso en la cama también. 

El corazón de Sam empezó a latir con muchísima fuerza, parecía que le iba a estallar al ver la perfecta silueta de Vale, era como ver una diosa, su perfecto cuerpo expuesto y a la vista de Sam, la habitación estaba algo lejos así que no podía ver muchos detalles pero solo el ver sus hermosas curvas y tersa piel hizo que Sam no pudiera apartar la vista. De pronto Vale se agachó para recoger algo del piso, Sam no pudo ver de que se trataba, ni siquiera le interesaba, lo único que quería ver era ese hermoso culo apuntando hacia ella, era grande, hermoso, suave, ERA PERFECTO!. El corazón de Sam iba a estallar. Cuando Vale se incorporó y arrojó lo que tomó del piso a un cajón estaba a punto de ponerse la ropa.

 

Sam no sabe que rayos pasó por su mente, tal vez sentía que jamás volvería a apreciar algo tan hermoso nuevamente, su instinto la hizo tomar rápidamente su celular de la cama y poner la cámara. Apuntó la camara hacía Vale, haciendo zoom y tomó la foto. Para su mala suerte el celular soltó el destello del flash, estando tan oscuro afuera rápidamente llamó la atención de Vale. Al darse cuenta de su grave error Sam se tiró a la cama de inmediato para ocultarse.

 

“NO PUEDE SER!!!, creo que me vio, ESTÚPIDA!!, porque no quité el flash?!, por qué carajos le tomé una foto?, que he hecho?, no sé que hacer!, no sé me ocurre que decirle, me irá a decir algo al respecto después?, no podré verla a los ojos nunca más, tendré suerte si no llama a la policía!, debería al menos disculparme para que no llame a la policía, no creo poder siquiera verla nuevamente”

 

Así fueron los siguientes 15 minutos de Sam, estaba angustiada por lo que había hecho y no sabía como arreglarlo, no podía salir de esto con mentiras o excusas, era claro lo que había hecho. Eso puso muy triste a Sam, la hizo llorar un poco, el sentir que acababa de arruinar esta relación tan bonita con su vecina. Se dispuso a dormir esperando que todos esos sentimientos desaparecieran en la mañana cuando de pronto su celular vibra.

 

Sam no resistía la curiosidad así que rápidamente tomó el celular y vio de que se trataba.

 

Vale Vecina: Ven aquí, niña

 

“no puede ser…, estoy muerta, definitivamente se dio cuenta y está muy enojada, que hago?, tengo mucho miedo de ir, pero no puedo ignorarla, podría empeorar las cosas”

 

Sam tragó saliva y sintió un miedo profundo, trataba de consolarse a si misma diciendo que todo terminaría pronto, terminara bien o mal ya no viviría esa enorme ansiedad de no saber que ocurriría con su vecina. Reunió todo el valor que tenía (que no era mucho) y salió de su casa, cada paso sentía que se acercaba a su muerte, no sabía como afrontar la situación, el camino hacia la puerta de su vecina parecía eterno, cuando finalmente llegó y tocó la puerta, de forma aún más silenciosa que la primera, la vecina abrió la puerta, estaba usando una bata, Sam apretaba los dientes esperando instrucciones.

 

-Pasa y siéntate -ordenó en tono serio la vecina

 

Sam se sentó, sentía la sala tan grande y que pagaría las consecuencias de sus imprudentes actos pronto. 

La vecina se sentó en el sillón de al lado para verla más de frente y hubo un silencio de varios segundos, el cual volvía loca a Sam

 

-Sabes porque te llamé, cierto?

-…

-Sabes o no? -volvió a preguntar la vecina

-si… -dijo Sam, con un tono muy bajo, casi susurrando

-Por qué me tomaste una foto cuando me cambiaba, Sam?

 

Tras unos segundos sin respuesta Sam apretaba los dientes, sus puños contra sus rodillas y de pronto lagrimas empezaron a recorrer las mejillas de Sam.

 

-No sé…Perdón

-Tranquila, mi niña, no pasará nada malo, solo quiero saber

-No sé porque lo hice, nunca había hecho algo así antes, perdón

-Querías mostrarle a alguien la foto?

-NO!, nunca lo haría!

-Entonces para que la tomaste?

-Para…mi…

-Ok, por qué la querías para ti?

-No sé, me parecías muy bonita, no sé porque la tomé, no debí

-Mmmm

-Porfavor, no me dejes de hablar!, la borraré, lo siento mucho -Al decir eso Sam puso sus manos en las rodillas de Vale, ella la veía con compasión y comprensión. Al verla tan alterada su instinto hizo que tomara las muñecas de Sam, se pusiera de pie y la jalara hacia ella para darle un tierno abrazo, Vale era algo más alta que ella y Sam al estar encorvada aterrizó entre el pecho y hombro de Vale donde lloró mientras ella frotaba su espalda.

 

-Tranquila, mi niña, no pasa nada, solo me sorprendió, es todo. No sabía para que querías la foto, pensé que talvez querías chantajearme con ella o algo así, no sabía que pensar

-No, me caes muy bien, no haría algo así

-Lo sé…ven -dijo Vale sentándose en el sillón, haciendo que Sam se recostara con ella.

 

Una vez ahí empezó a acariciarla, su espalda, su cabello, sus brazos, Sam simplemente se dejaba envolver por esta calidez apoyando su cara en su cuello. Sentía tanto alivio de que todo estuviera bien, así estuvieron algunos minutos hasta que Sam sintió la mano de Vale bajando a sus caderas, la sensación era riquísima para después sentir bajar su mano aún más hasta llegar a su nalga, Sam estaba nerviosa, abrazó más fuerte a Vale mientras era acariciada, la mano de Vale acariciaba su nalga y bajaba a sus piernas hasta donde llegaba el short para sentir su suave piel, cuando subía de vuelta metía su mano hasta donde el short lo permitía, casi llegando a sus nalgas.

 

-Te sientes mejor? -preguntó Vale

-Si…gracias y de nuevo, lo siento, no volverá a pasar

-Sé que no volverá a pasar, no estoy molesta pero no te he perdonado aún, debo castigarte para que aprendas la lección

-Que tengo que hacer? -no sabía de que hablaba, Vale pero le daba algo de nervios

-Párate y bájate los shorts

-Qué? -preguntó incrédula Sam

-No me gusta repetir dos veces, hablé claro, bájate los shorts

-Para qué?

-Si quieres que te perdone hazlo, de otra forma porfavor vete

 

Sam quería que el asunto quedara resuelto, sentía mucho vergüenza pero no podía soportar el hecho de fallarle a Vale otra vez, tímidamente empezó a bajar sus shorts hasta quedar en sus panties rosas.

 

-Bien, ahora ven -al decir esto la jaló hacia ella y la puso boca abajo en sus rodillas, Sam se sentía tan confundida y vulnerable

-Que pasa?

-Serán 5 por tomarme una foto sin mi permiso

 

Tras decir eso Sam sintió un azote muy fuerte en su nalga, dio un brinco de sorpresa, tratando de incorporarse por el dolor. Vale la empujo para que se mantuviera boca abajo.

-Quédate quieta, faltan 4

-Me dolió!

-Claro que debe doler, sino cual sería el sentido de esto?

 

Sam sintió otro azote en la nalga, justo donde había aterrizado el primero, lo cual hizo que le doliera aún más. Ella soltó un grito bajito, reprimiéndolo, solo tensaba el cuerpo con cada azote. El tercer azote llegó con menos fuerza pero cayendo muy cerca del mismo lugar, Sam ya no soportaba el dolor, era nuevo para ella todo esto.

 

-Espera, porfavor, me duele mucho

-Mmmm, que delicada eres, lo siento pero te faltan 2 aún

-Está bien, solo espera un poco, porfavor

-Tienes 30 segundos

 

Sam se quedó ahí, intento sobarse con su mano pero la hacía perder el equilibrio

 

-Yo te sobo, niña -dijo Vale, poniendo su palma donde había dejado marcada su mano previamente, el trasero de Sam era hermoso, se veía tan suave y tersa su piel, aunque ahora muy rojo y con dedos marcados

Vale sentía delicioso al pasar su mano por las nalgas de Sam, lo estaba disfrutando muchísimo cuando abruptamente Sam se pone de pie y se lanza a abrazar a Vale, vale corresponde el abrazo y deja que se siente Sam encima de ella con las piernas abiertas, de pronto alejan sus rostros y mirándose unos segundos, Sam se acerca a darle un beso a Vale en los labios, fue un beso delicioso y tierno, mientras se besaban Vale tomaba las nalgas Sam, apretándolas un poco. Tras unos minutos de besos finalmente se separan.

 

-No te salvarás de las 2 nalgadas restantes por eso

-Lo sé -dijo Sam sonriendo

-Genial

-Podría ser del otro lado? -preguntó Sam

-Claro, mi niña -contestó sonriente Vale, al ver como Sam se había vuelto una cómplice y solo negociaba los términos

 

Al acostarse nuevamente no pasó mucho hasta que recibió el penúltimo azote, al darle el azote Vale dejaba la mano un poco de tiempo y daba una acariciada para disfrutar de sus nalgas

 

-Solo falta uno, lo quieres suave o fuerte? -preguntó Vale, suponiendo que le diría: “Suave”

-fuerte… -contestó tímidamente Sam

-Jaja, por qué lo quieres fuerte?

-Lo merezco -contestó de forma algo seria

-Así es, después de esto te sentirás muy tranquila

 

Unos segundos después llegó el último azote, igual de fuerte que el primero, haciendo que Sam se sacudiera, tras esta última nalgada Vale sobó las nalgas de Sam unos segundos. Finalmente le hice señas para que se pusiera de pie, Vale dirigió sus piernas para que quedara de espaldas a ella. Vale desde atrás tomó su piernas, la jaló hacia ella y le dio un beso en su nalga derecha, la cual acababa de azotar. Sam se estremeció tomando aire con fuerza. Vale le soltó un manotazo con el dorso de su mano lo cual la hizo avanzar. Se puso de pie para despedirse de ella

 

-Perdonada, aguantaste muy bien, chiquilla

-Gracias, ya no haré algo tan tonto, te agradezco mucho que hayas sido tan amable, me seguirás hablando?

-Si, tu tranquila

-Gracias…

-Ahora, dame tu celular

-Para que?

-Borraremos la foto

 

Al decir a Sam le cambió el rostro

 

-Ya la borré antes de venir

-Ahora me mentirás?

-NOO!, perdón, no quiero mentirte, es que no quiero borrarla

-Eres una niña pervertida, jaja, no aprendiste nada

-Si aprendí, estuvo mal lo que hice, pero déjame quedarme con la foto, porfavor, siiii? -pidió de forma infantil

-Jaja, te propongo algo, conserva la foto pero tendrás que pagar por ella mañana

-Yeiiii, gracias! -dijo Sam alegremente

-Te mandaré un mensaje cuando vuelva del trabajo, quiero que estés al pendiente de tu celular para cuando te mande un mensaje.

-Estaré al pendiente

-Ponte el short y ya saca tu culo de aquí

 

Ella se lanzó sobre Vale para abrazarla y darle un beso en la mejilla.

 

-Última cosa, algún día quiero conocer a ese noviecillo tuyo

 

Sam volvió a su casa más feliz que nunca. Al acostarse en su cama no podía dejar de pensar en todo lo ocurrido, no dejaba de sonreír, daba brincos en la cama de la emoción que aún sentía, le dolían un poco las nalgas pero era como un recuerdo muy agradable de lo ocurrido.

No solo se había resuelto el problema, ahora se sentía mucho más cercana a Vale, el incidente estaba perdonado y la volvería a ver mañana. Al sentir que nada podía ser mejor que todo lo mencionado, recordó su pequeño botín, tomó su celular para ver la foto que Vale le permitió conservar. Era como ver una imagen de su diosa, sentía su poder al apreciar su hermoso cuerpo desnudo, la foto estaba ligeramente borrosa pero este apoyo visual más todas las memorias de lo ocurrido fueron suficientes para prender a Sam, quien empezó a deslizar su mano lentamente hacia su entrepierna a través de sus shorts. Su noche no había terminado aún…

 

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