El tío Carlos era un amigo de mi padre, su mejor amigo tengo entendido.
Vivo sola con mi papá, mi madre nos dejó hace muchos años y aunque parte de mi la extrañaba creo que ya estaba acostumbrada, mi padre casi siempre estaba ocupado trabajando así que me daba libertad de hacer lo que quisiera. Ese día en particular mi padre me dijo durante el almuerzo que vendría mi tío Carlos a visitarnos, que había vuelto al país y quería venir a saludar, ya hace varios años que no lo veía, no pensaba mucho en el pero cuando mi papá me dijo que vendría me emocioné.
Siempre me ha tratado muy bien, es más cariñoso que mi papá y aunque nunca me había fijado, creo que en estos últimos años me doy cuenta que en realidad es muy guapo…
Le gusta mucho hacer ejercicio por lo cual tiene un cuerpo muy definido, moreno de rasgos fuertes y siempre lleva una barba bien delineada.
Cuando faltaban unas horas para que llegara me di un baño y me puse muy linda, me maquillé para verme bonita aunque quería verme un poco “natural” como si no me importara mucho que viniera, me puse unos shorts bastante cortos y una blusa algo holgada sin brasier. Aunque sabía que estaba mal y el nunca me haría nada quería que al menos notara que ahora con 17 años me he puesto guapa, que viera como me han crecido mis senos y provocarlo con mis caderas, que sepa que soy una mujer.
Finalmente llegó, me puse perfume y esperé a que entrara con mi padre.
-Tíiiiiooo!! -le dije corriendo hacia el, lanzándome a sus brazos
-Camiiii! -Me contestó, me llamo Camila pero siempre me ha dicho Cami.
Me cargó abrazándome y dándome vueltas, yo sentía como mis pechos se apoyaban en sus duros pectorales.
-Que grande y hermosa te has puesto, ya eres una mujer
-Gracias, tu luces igual que siempre, Tío. Quieres algo de beber?
-Un vaso con agua, porfavor, Cami
El se sentó en la sala con mi padre a charlar, cuando volví con su vaso de agua pude ver como volteó a verme y casi instantáneamente echó un vistazo rápido a mis piernas y rápidamente volvió su mirada a mi padre. Yo me sentía emocionada de que me haya visto. Le entregué el vaso de agua y me senté para escuchar lo que contaba. Había estado en Europa por trabajo pero al parecer se quedaría aquí en México por tiempo indefinido, ya tenía un departamento amueblado para su estadía, yo podía ver como cada cierto tiempo me echaba un ojo a mi, como si realmente quisiera verme pero supiera que no debe.
Mi padre recibió una llamada del trabajo, al parecer hubo un especie de emergencia, solo por algo importante lo llamarían un fin de semana.
-Debo salir a atender algo rápido -dijo mi padre
-Quieres que nos veamos otro día? -preguntó mi tío Carlos, lo cual me desilusionó
-Mmmm, tardaré como media hora, quieres esperar?
-Yo no tengo problema, tengo todo el día libre -dijo mi tío Carlos, lo cual me animó
-Ok, vuelvo en un rato, platícale a tu tío como te ha ido en la escuela, Camila, cuando vuelva salimos a comer algo los tres.
-Ok, papi
Mi padre se fue, yo estaba tan emocionada, ahora tenía a mi tío para mi solita.
-Cómo te ha ido en la escuela, Cami?
-Muy bien, tengo las mejores notas de la clase
-Me alegra escucharlo
-Creo e el único problema que tengo es con chicos
-Qué pasa, estás buscando novio?
-No, tío, a veces se propasan conmigo y me molestan y no se como detenerlos
-Ya le dijiste a tus maestros?
-Si, pero no hacen nada y como no sé pelear ni defenderme no logro quitármelos de encima
-Mmmm, sabes que yo he practicado muchas artes marciales, podría enseñarte algunas cosas
-SII!, porfavor, eso me ayudaría mucho
Mi plan estaba funcionando, quería que todo se volviera más físico con el, me empezó a enseñar como golpear, esquivar y una que otra llave además de como librarme de ellas, me encantaba que me hiciera llaves y tuviera que librarme de ellas, me tocaba y de vez en cuando rozaba mis pechos.
-Creo que todo esto me ayudará mucho pero que pasa si es mucho más fuerte que yo?
-Pues atacas los puntos débiles
-Cuáles son esos, tío?
-El cuello, los ojos, los oídos y ya sabes…ahí abajo
-Ahí abajo? -me hacía la tonta, el parecía algo incómodo en decirme
-Si, Cami, ya sabes, los testículos
-Aaaah, entiendo, los huevos? jaja -le dije para incomodarlo un poco más
-Si, huevos o como les digan los chavos
-Una vez lo intenté pero no funcionó, crees que puedas enseñarme a hacerlo?
Podía verlo nervioso, aún así aceptó. Me mostró como patear frontalmente y yo practicaba con el.
-Crees que pueda darte una patada a ti para ver que tan efectiva es?
-Jaja, estás loca, Cami, me dejarás sin hijos
-Aaay, ándale tío, no lo haré tan fuerte, solo quiero confirmar que lo hago bien
-No me parece buena idea, Cami
-Porfaavooooor -le dije haciendo una carita tierna triste. Ya lo tenía en mi poder…
-Mmm, está bien, Cami, solo no tan fuerte
El se quedó parado y puso sus brazos atrás, yo le di una patada muy suave, aunque fue suficiente para sentir su paquete, fue genial!
-Listo, fue una buena técnica
-Nooo!, no la puedo dar bien, tus pantalones de mezquilla son muy duros, no me dejan patear bien
-Ni modo que me los quite
-….
-No me los quitaré Cami, imagina si llega tu papá, pensará que hacemos algo malo
-Mi papá llegará tarde, su oficina está lejos, además no es nada malo, me estás enseñando a defenderme!
-No lo sé, Cami…
-No le diremos nada, porfavor, Tío, tengo mucho sin verte y te he extrañado, le negarás esto a tu sobrinita, la cual no has visto en tanto tiempo? -le dije poniendo mi carita triste otravez
Mi chantaje funcionó, el dio un suspiro aceptando y yo me alegré, empezó a quitarse los pantalones, su ropa interior blanca enmarcaban su pene y testículos, no tenía una erección pero era impresionante ver su paquete, tenía un pene y huevos grandes, parecía que ni cabían en su ropa interior.
-Ok, hazlo, Cami, como antes
-Ahí voy, pero porfavor híncate, estás muy alto
-Ningún chico se va a hincar para que le des una patada
-Ya sé!, pero ningún chico es tan alto como tu, son más o menos de mi estatura, además solo quiero saber como patear.
-Mmm, ok, pero hazlo ya
Tenía a este hombre tan fuerte hincado frente a mi, la sensación era deliciosa, era tan fácil convencerlo de lo que se me antojara hacer.
Sin dejar de perder tiempo me puse frente a el.
-Uno… -le di una mini patada con mi pie, la cual apenas rozó con su bulto, el parecía algo incómodo y miraba hacia la puerta ocasionalmente.
-Dos… -le di otra mini patada con la misma intención aunque estaba vez si cargué su bulto con mi pie, al retirarlo pude ver como rebotaba todo eso
-TRES!! Le solté una patada con muchísima fuerza, pude sentir como se estrelló mi pie con sus huevos y los mandé a rebotar dentro de su ropa interior. Un segundo después se agarró los huevos y se tiró al piso a acostarse.
-AAAY, CAMI, me diste muy fuerte!!
Yo no podía creerlo, fue tan fácil dejar en el piso a este hombre tan fuerte, solo con patear esos orbes es suficiente para acabarlo.
Me sentía tan poderosa y excitada, sentía un cosquilleo en mis partes, quería tocarme ahí mismo, aunque solo tomé mis pechos fingiendo que estaba impresionada.
-Perdón, Tío!!, no era mi intención, fue un accidente -Le dije sentándome al lado de el
-No pasa nada, Cami, no fue tu intención
-Déjame ver que estés bien -Al decirle eso puse mi mano extendida sobre su mano que cubría sus genitales.
-Estoy bien, Cami, me duele mucho…pero estaré bien en un rato -dijo quejándose un poco
-Déjame sobarte al menos, me siento mal -con mi otra mano aparté la suya un poco y puse mi palma encima de sus paquete
El quedó en paralizado, su mirada no la apartaba de mi mano, respiraba hondo mientras yo fingía querer calmar su dolor. Ya no podía fingir más, quería sentir esos huevos, no solo con mi palma!.
Finalmente los agarré y empecé a jugar con ellos con mi mano, su se volvió algo agitada.
-Se siente bien, tío? -le dije mientras agarraba sus huevos
-Si…solo no aprietes tanto, porfavor
-Cómo, así? -le dije mientras apreté fuerte con mi mano
-AAAH, no hagas eso, Cami!
-Perdón, Tío, no te enojes conmigo, pensé que ya no te dolían y estaba jugando, no te enojes -le dije haciendo un tono triste
-No pasa nada, Cami, solo me sorprendiste
-Te quitaré esto para poder masajearte bien y te sientas mejor -le dije jalando su ropa interior hacia abajo
-No, Cami! -me dijo de inmediato deteniendo mi mano
-Déjame curarte, no seas terco! -le dije apretando sus huevos nuevamente
El chilló por el dolor, luego de eso me dejó quitárselos, cuando se los quité los arrojé hacía el sillón y pude ver su pene erecto y sus huevos, tenía un hermoso conjunto, unos huevos grandes que ahora me pertenecían…
Estuve masajeando sus testículos y de vez en cuando jugaba con su pene, el parecía algo incómodo, probablemente porque pensaba que mi padre volvería pero a la vez lo gozaba. Tras un rato se me ocurrió algo, le quité su camiseta, el ya no oponía mucha resistencia a lo que hacía, así que empecé mi plan.
-Tío, quiero seguir practicando, haz como si me estuvieras manoseando y yo me defenderé
-Mmmm, no sé, tu padre no ha de tardar
-No tardaremos, además dijiste que me ayudarías. Me voltearé, quiero que empieces a manosearme por la espalda.
Le di la espalda, el se paro desnudo y empezó poniendo su mano en mi espalda baja, poco a poco fue recorriendo dando un abrazo a mi cintura tras un momento colocó su otra mano para tomarme por ambos lados, era sublime sentir sus manos fuertes apoderarse de mi, poco a poco empezó a bajar sus manos y empezó a tocar mi trasero, empezó de forma tímida de los lados pero parecía que realmente le gustaba, su respiración se aceleraba y me agarraba con más fuerza, se supone que me iba a “defender” pero era una delicia, no quería que terminara. Siguió apretando mi trasero y de pronto se acercó más a mi y sus manos fueron hacia arriba, tomando mis pechos. La sensación era indescriptible, no llevaba brasier así que podía sentir sus manos perfectamente a través de la delgada tela mientras yo sentía su pene clavándose en mis nalgas. Nunca había estado tan excitada en mi vida. No pude más, me volteé hacia el y tomando su cabeza hice que se agachara un poco para darle un beso, sentía tanto amor y excitación. El puso sus manos en mi trasero otra vez mientras lo besaba, fue extraño que mi propio cuerpo me dijera que hacer, mientras lo besaba puse mis manos en sus testículos y empecé a apretárselos y masturbarlo con mi otra mano, el parecía excitarse más y más. De pronto me alejé un poco y en un instante le solté un rodillazo muy fuerte en los huevos. El cayó de rodillas deslizando sus manos por mis blancas piernas.
-Bésalas -le ordené
El no dudó en acatar mi orden y empezó a besar mis piernas mientras yo jugaba con su pene con mi pie, estaba como loca en ese trance de excitación y poder, tenía a un hombre tan fuerte e intimidante arrodillado frente a mi besando mis piernas y haciendo lo que le digo y ante cualquier muestra de insubordinación bastaba con una patada en los huevos para que siguiera mis órdenes. No resistí más y me lancé encima de el para besarlo, el se acostó en el piso apoyando su espalda en el sillón. Nos estuvimos besando, yo estaba tan caliente que me frotaba con su pene violentamente, nunca me había excitado tanto. No soporté más, tras tomar su pene y frotarlo conmigo yo misma mi excitación explotó en un intenso orgasmo que me hizo disminuir la velocidad un poco. Sentía mi cuerpo tan suelto y satisfecho.
Me sentía en la gloria, aún así no quería dejarlo con las ganas de venirse, me senté en su estomago mirando hacia sus pies y empecé a masturbarlo mientras le daba unas palmadas en los huevos de vez en cuando, el me tomaba de la cintura y tocaba mi trasero de repente. Cada que le soltaba un manotazo el me apretaba con fuerza y gemía. Tras unos pocos minutos me apretó con mucha fuerza, clavando sus dedos en mis piernas, parecía que todos sus músculos se tensaban. Pude ver un chorro de semen salir disparado mientras el quedaba rígido, empecé a bajar la velocidad con la que lo masturbaba poco a poco hasta que saliera la última gota.
Tras unos momentos el hizo algo que me sorprendió, me jaló hacia atrás y me abrazó del abdomen desde atrás mientras recargaba su cabeza en mi espalda, yo puse mis brazos encima de los suyos, sentí como levantó su cabeza para besar mi cuello desde atrás, era tan rico…Así estuvimos un rato.
Ambos sabíamos que era cuestión de tiempo para que mi padre volviera, nos incorporamos, el tomó sus pantalones que estaban cerca y cuando fue a buscar su ropa interior me senté rápidamente en el sillón y los tomé.
-Quiero practicar otro día en tu departamento
-Te quiero mucho, Cami, pero creo que es una muy mala idea
Cuando dijo esto me molesté, le agarré rápidamente los huevos y los jalé hacia mi. El se puso frente a mi tomando mi mano para que lo soltara
-Quiero que dejes de ser tan miedoso y desobediente, no habrá ningún problema y nadie se enterará de nada, sé que por ahora no se puede pero cuando cumpla 18 seremos novios.
-Pero eres mi sobrina! -Cuando me dijo esto le apreté los huevos fuertemente
-…
-Ok… -aceptó tras el último apretón que le di, tras aceptar le devolví su ropa interior, el se vistió nuevamente, trajo papel para limpiar lo que dejó en el piso y nos sentamos en la sala a platicar para que cuando llegara mi padre no hubiera sospecha de nada.
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