Una buena relación entre vecinos

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19 junio, 2024

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  • A sus 25 años Luz por fin había encontrado un buen trabajo y por fin se había podido comprar ese piso que tanto le gustaba en un barrio donde los pisos eran viejos aunque bien cuidados de esos con techos altos con grandes puertas y suelos clásicos.


  • Era un edificio en que contrastaba con sus vecinos la mayoría jubilados y de ese tipo de personas conservadoras, en seguida había estado en el punto de mira de Cotillas, pues ella era una diosa de 1,72 y firmes pechos con un culo bien trabajado y una preciosa melena rubia mientras que la las más joven de sus vecinas rondaba los 60.


  • No había tardado en ser la comidilla pues estaba en discordancia, le gustaba vestir provocativa y salir de fiesta.
    Los vecinos ya se le habían quejado por el sonido de sus tacones en el piso y el sonido de la puerta del portal de madrugada, la música alta y demás memeces que en realidad eran excusas para criticarla.


  • Pero no todo era así, por suerte su vecino de enfrente un hombre de unos 42 años llamado Rodri que le había tratado siempre con amabilidad y defendiendo ante los vecinos cascarrabias.


  • No habían tardado en congeniar y se llevaban bastante bien.
    Luz había comprado un mueble y esperaba que se lo llevarán a casa. 


  • -le viene bien el jueves por la mañana?- dijo el repartidor al otro lado del teléfono.


  • -no puede ser por la tarde? Por la mañana trabajo- contestó ella.


  • -imposible las tardes no hacemos reparto en verano… pero si se espera a la semana que viene…-


  • -buf es que lo necesito ya…- dijo tristemente.


  • -lo siento señorita si lo quiere ya tiene que ser el jueves por la mañana- zanjó tajante el repartidor.


  • Muy a regañadientes acabó cediendo y el jueves hablaría con su jefe o con algún amigo.


  • Pero esas casualidades en las que los astros no están de la parte de uno, su jefe no cedió y casualmente todo el mundo estaba ocupado.
    Cuando estaba apunto de llamar al repartidor para decirle que esperaría sonó el timbre. 


  • Fue hasta la puerta y vio que era su vecino Rodri.


  • -hola vecino, está todo bien?- saludó ella sonriente.


  • Rodri trato de mirarla a la cara como siempre que hablaba con ella, había abierto la puerta solo con un pequeño camisón negro.


  • -hola Luz, si todo está bien- dijo esforzándose por no mirar sus preciosas tetas – es que  tengo el turno de tarde y mañana me traen un paquete y no sé si podré estar en casa… tú me harías el favor?- 


  • -claro vecino mañana estaré en casa por la tarde- dijo ella divertida pues por supuesto se había dado cuenta de lo mucho que le costaba mirarle a los ojos.
    Una idea pasó por su mente.


  • -vecino, dices que tienes turno de tarde?-
    Rodri asintió -pues mira que bien porque a mí  mañana a la mañana me traen un mueble y no sé si podré…- no pudo terminar la frase.


  • -no lo dudes vecina, necesitas que te lo guarde?-


  • -si bueno en verdad es bastante grande y contrate el servicio de montaje, más bien… si te dejo las llaves y estás con ellos hasta que lo monten… si no es mucha molestia claro-


  • -ni lo dudes vecina te haré ese favor- 


  • Compartieron toda clase de agradecimientos y ella le dejó la llave de repuesto de la casa, se despidieron y cada uno fue a lo suyo, Luz se hizo un porro y se lo fumó tranquilamente pensando en la suerte que había tenido.
    Por su parte Rodri tuvo que calmar la erección que su vecina le había vuelto a provocar.


  • Luz dio el teléfono de Rodri a los repartidores y este le llamaron a un rato de llegar, él había estado toda la mañana en casa cuando a eso de las doce llegaron, él abrió la puerta y los espero en casa de Luz.


  • La casa estaba un poco desordenada, cosa que demostraba el despreocupado carácter de ella.
    Los repartidores subieron los paquetes donde iba el mueble y lo montaron donde Luz le había dado instrucciones a Rodri.


  • Los chavales tardaron como media hora y mientras lo montaban Rodri fue a la cocina para darles agua a los muchachos, salió un momento a la galería y no pudo evitar fijarse en la cesta de la ropa sucia.


  • Vio un tanga morado muy pequeño y no pudo evitar cogerlo y mirarlo imaginando a Luz con el puesto lo que le provocó una erección.


  • “Joder hasta cuándo no la veo me pone” pensó el hombre que hacía tiempo que no tocaba “carne”. Dejó el tanga de nuevo en la cesta de la ropa moviendo la cabeza de lado a lado y reprochando lo que acaba de hacer con la intimidad de su vecina.


  • Los chicos terminaron y él les dio una propinilla y recogió los embalajes para tirarlos luego al contenedor y así hacerle otro pequeño favor a su vecina con la que no se cruzaría hasta la noche.
    Estaba apunto de salir de la casa cuando recordó el pequeño tanga, no pudo evitar dirigirse a la galería de nuevo y cogerlo, pero esta vez se lo llevó a la nariz oliendo profundamente.
    El olor a sudor y al sexo de Luz lo puso más cachondo todavía, noto como sus pantalones se apretaban y no pudo evitar acariciarse.


  • “Joder que estoi haciendo?” Dejó el tanga de nuevo y se giró para irse y calmar su excitación, pero de nuevo se giró y casi sin pensar lo cogió y se lo llevó a casa.


  • Cuando entró en su casa se sentó en el sofá y observó la pequeña prenda, pudo ver la mancha que había dejado en el tanga el roce con su vagina y se atrevió a lamerla.


  • Nunca había hecho nada por el estilo y se sentía un poco raro pero la erección que le estaba provocando lo tenía a mil.
    Lo llevó de nuevo a su nariz y lo olió mientras pasaba la mano por su polla acariciándola por encima del pantalón.
    Se frotaba cada vez más fuerte hasta que se bajó el pantalón dejando su polla apuntando al techo.


  • Después de menearla un poco oliendo el tanga lo llevó hasta sus huevos frotando la suave tela por su escroto y meneándosela cada vez más fuerte.
    Imagino a Luz delante de él acariciando sus huevos mientras él lamía esos pezones que imaginaba duros entre sus labios.


  • Subió el tanga hasta su polla rodeando el tronco con la tela y comenzó a partirsela con fuerza entre jadeos y con la imagen de Luz en su cabeza montada sobre él y moviendo sus caderas.


  • La corrida fue monumental casi como si acabara de echar un polvo con ella de verdad, trato de correrse sobre el tanga pero la eyaculación fue tal que la pequeña tela no pudo recoger todo el semen y acabó manchando su camiseta.

  •  


  • Tras quedarse unos momentos en el sofá espatarrado y jadeando se recuperó del trance y observó el tanga, lo había puesto perdido, pensó en cómo solucionar la situación, no podía devolverlo así y tampoco podía lavarlo así que decidió quedarse con la esperanza de que ella no lo echase de menos.
    Y no lo hizo!


  • Aquella noche Luz tocó a su puerta agradecida y entregando el paquete que ella le había cogido, le extrañó un poco ver su vecino algo esquivo y nervioso pero no le dio mayor importancia.


  • -bueno vecino te debo una cerveza!- dijo ella alegre.


  • -no mujer soy yo el que te debe una- dijo irónicamente y entregándole la llave.


  • Ella le tomó la mano deteniendo el movimiento a mitad de camino.


  • -sabes? Soy muy despistada- dijo luz con una sonrisa -y viendo que eres un tipo de fiar e pensado en que si quieres me la puedes guardar por si alguna vez pierdo llaves- 


  • Rodri no se lo podía creer, en verdad no le estaba pidiendo nada del otro mundo pero en su mente se vio con vía libre para oler la ropa interior de su vecina y satisfacer su recién descubierto fetiche.


  • -rodri si no quieres no pasa nada- dijo ante su silencio.


  • -o no vecina claro que te la guardo, solo es que me halaga tu confianza- dijo el saliendo del apuro de sus pensamientos.


  • -gracias! Y recuerda te debo una cerveza!- tras decir eso beso a Rodri en la mejilla y se retiro a su casa.


  • Por su parte Rodri no pudo evitar buscar el tanga y repetir la hazaña y pensando en la suerte que tenía.
    No es que fuese un reprimido ni nada parecido pero tras la ruptura con su mujer hacia un par de años había caído en una pequeña depresión y no había tenido muchas relaciones y aunque esta era con la ropa interior de su vecina le estaba devolviendo esa confianza en sí mismo pérdida.


  • A partir de aquel día la relación con Luz se hizo más “intensa” casi convirtiéndolos en amigos.
    Rodri intentaba no abusar de sus fantasías, por regla general aprovechaba un día a la semana en horario de trabajo de Luz y aunque salía todos los viernes y sábados de fiesta nunca se había aventurado en esas ocasiones en los que nunca sabía cuándo regresaría a casa, podía ser a las dos horas o al día siguiente a medio día…


  • No había vuelto a usar ninguna prenda para masturbarse, solo las olía y luego las devolvia.
    Al principio solo eran tangas y bragas pero se fue aficionando al olor de su vecina y pronto comenzó también con su ropa deportiva o la que llevaba para salir de fiesta. 


  • Aquel viernes luz se había arreglado muy pronto, se había puesto una muy mini falda de cuero negro con dos sexys rajas a cada lado y un top negro con un impresionante escote y que dejaba ver su vientre plano, había recogido su pelo rubio en dos trenzas y había pintado sus labios de un rojo intenso.


  • Estaba aburrida pues todavía faltaba un rato para la hora en la que había quedado así que decidió ir a ver a Rodri un rato.
    Cogió dos cervezas frías y abrió la puerta de su casa bolso en mano lista para de la casa de Rodri salir directa.
    Fue a llamar el timbre cuando escuchó pasos en la escalera y vio a su vecino subir por ellas.


  • -¡Hola Luz!, ¿necesitas algo?- la saludo al verla con la mano en su timbre.
    En seguida vio como iba vestida y no pudo evitar hacer un repaso con la mirada a su vecina y notar de nuevo como su polla reaccionaba.
    La luz se ruborizó un poco pero ya se había acostumbrado a las miradas de aquel hombre y tenía que reconocer que se sentía halagada cuando la miraba así.


  • -¡Hola Rodri! Pues había pensado en tomarme una cerveza contigo mientras espero a mis amigas!- dijo mientras le enseñaba las latas.


  • -claro pasa pasa que bien vecina pues vengo de tomarme unas con unos amigos y me quedé con las ganas de otra!- dijo mientras sacaba la llave de sus pantalones.


  • Entraron en la casa de Rodri y después de que este sacase dos vasos helados, se sentaron uno enfrente del otro en sendos sillones individuales, tenían la mesa de centro entre ellos y a la izquierda cerraba la pequeña “salita” un sofá de tres plazas.


  • Comenzaron a hablar alegremente de los vecinos rajando de los más cascarrabias, hablaron de sus trabajos y amigos incluso de algunas relaciones.
    Rodri le contó su ruptura con su mujer y al ver que se ponía un poco triste cambió de tema para empezar a contar chistes.


  • Rodri no podía dejar de mirar a su vecina que con las piernas cruzadas le ofrecía una espectacular visión de sus muslos.
    Fue a por otro par de cervezas y mientras se sentaba contaba su chiste estrella.


  • “Un chico le pregunta el nombre a una chica: -hola cómo te llamas?
    -hará
    -que nombre más bonito
    -a que hi”


  • Ella estalló en carcajadas ante el chiste y levantó sus piernas separándolas y logrando que su faldita de arrugara sobre sí misma mostrando su pequeño tanga del negro.
    Rodri abrió mucho los ojos y trató de no mirar pero la chica se reía con las manos sobre su vientre y las piernas separadas mostrando una estupenda visión de su tanga.


  • En seguida Rodri noto como su polla crecía bajo su ceñido pantalón y trato de juntar las piernas para que no se notará, fue entonces cuando ella se dio cuenta y junto las piernas rápidamente ajustándose la mini.


  • -lo siento Rodri no quería..- trato de explicarse sin poder apartar la mirada de aquel bulto.


  • -tranquila yo.. yo no debí mirar- dijo él apretando sus muslos.


  • Hubo un momento de silencio y entonces sonó el móvil de Luz.


  • -vaya me tengo que ir, vecino, me esperan abajo mis amigas – dijo levantándose y cogiendo su bolso.
    Rodri se levantó para acompañarla lo que hizo que su erección se hiciera más evidente.


  • Luz trató de no mirar pero era imposible, casi deseaba quedarse a descubrir que había dentro de esos pantalones.


  • -disfruta vecina y espero que nos tomemos otra pronto!- Rodri abrió la puerta mientras hablaba.


  • -seguro- respondió Luz dándole un beso en la mejilla.


  • Se volteó y salió de la casa hacia la escalera, Rodri no perdió detalle de ese fabuloso culo marcado bajo la mini.
    Cerró la puerta tras él y se apoyó en ella llevándose la mano al paquete y que acarició bufando como un toro.
    Fue a por el tanga morado que tenía pues tenía que descargar, se sentó y se dispuso a partirsela con el tanga de su vecina.


  • Pero el día había sido largo y con dos cervezas de más y la cabeza embotada se quedó dormido polla en mano. 


  • Soñó con la ropa interior de su vecina y se despertó meneandosela y sudoroso.
    Su mente iba a mil y estaba muy cachondo, una idea cruzó por su cabeza mientras miraba el cajón donde guardaba las llaves de Luz, miró la hora ” las dos es pronto quizá tardase en llegar” pensó mientras sacaba las llaves del cajón.


  • Salió de la casa directo a casa de ella y al meter la mano dudo “y si había vuelto ya?”
    Metió la llave muy despacio y comprobó que estaba cerrada con cerrojo, giró lentamente y abrió la puerta muy despacio ojeando el interior.


  • “No está” pensó entrando y cerrando la puerta tras de sí.
    Estaba tan cachondo y algo turbio todavía por las cervezas que le costaba decidirse si ir al cesto de la ropa sucia o ver si había algo en la habitación pues conociéndola como la conocía la ropa de ese día estaría tirada por el suelo.


  • Fue a la habitación y efectivamente había ropa tirada por todas partes, se fijó en un pequeño short deportivo y un mini tanga enrollado sobre sí mismo al lado.


  • Cogió las prendas y las olió profundamente notando como su polla palpitaba bajo sus pantalones, disfruto del olor y sin pensar con claridad se sentó al borde de la cama.
    Sacó sus huevos y polla que estaba más dura que nunca y llevó el short a su nariz mientras con el tanga enrollaba su polla y comenzaba a partirsela con fuerza. Si no hubiera estado tan perdido en sus fantasías con la imagen de Luz con las piernas separadas y mostrándole su tanga mientras reía, tal vez habría escuchado el sonido de la llave…


  • Luz no había podido dejar de pensar en Rodri en toda la noche, la disco estaba repleta de jóvenes que simplemente dejaban a la altura del betún a su vecino, pero ella no podía dejar de pensar en ese paquete que ella había provocado sin querer. Sabía que no era la primera vez que él se endurecía con ella pero nunca se había fijado.


  • Tras bailar con varios chicos y tratar de divertirse decidió marcharse pues su cabeza estaba en otra parte, había dado una excusa barata y se dirigió a casa pensando en llamar a su vecino.
    Llegó al portal con la idea de picar el timbre de Rodri y subió las escaleras haciendo repicar sus tacones “tal vez los escucharía”


  • Llegó a la puerta de él y fue a tocar el timbre pero entonces pensó en pasar primero por casa y coger algunos juguetes.
    Metió la llave y se sorprendió al darse cuenta que no estaba echado el cerrojo.


  • Se puso alerta y entró cautelosa nerviosa por si había alguien dentro.
    Vio luz en su cuarto y su corazón se puso a mil, sacó su teléfono dispuesta a llamar a la policía.
    Se sacó los tacones y ando con ellos en una mano cautelosa y tratando de escuchar cualquier sonido.


  • Jadeos? 


  • Abrió la puerta despacio y lo que vio la dejó muda a la par que la enfureció, Rodri estaba sentado sobre su cama con sus short en la nariz y partiéndose la polla con su tanga! La rabia fue monumental, el muy cabrón se había colado en su casa.


  • -que coño haces desgraciado?- grito dando un paso hacia delante.


  • Rodri que no se había percatado de su presencia se sobresaltó y tiró a un lado el short mirando a su vecina enfurecida delante de él y gritándole.
    Se levantó y trató de calmarla.


  • -Luz, yo, no… perdona- tartamudeo mirándola avergonzado y deseando que la tierra lo tragarse en ese mismo instante.


  • -tu que? Cerdo asqueroso- miró a Rodri en pie con su venosa polla apuntándole y sus huevos colgando por encima del pantalón y casi reaccionó por instinto lanzando hacia delante el brazo que sostenía sus zapatos de tacón.


  • Alcanzó de lleno con la punta de los tacones justo en los huevos de Rodri que dio un grito sordo y cayó de rodillas al suelo mientras agarraba sus doloridas pelotas.


  • -Voy a llamar a la policía cerdo!- dijo marcando el número -yo pensaba llamarte para…- silencio al ver que mientras su vecino sujetaba sus huevos su polla parecía haber crecido.


  • -no… por.. por favor Luz perdoname- lloriqueo el.


  • Pero luz no se podía creer que estuviera todavía duro y le entró más rabia, estrelló su empeine entre las piernas de Rodri y aplastó sus manos que protegían sus bolas contra ellas, él apartó las manos por el repentino dolor y el pie terminó de aplastar las pelotas contra su propio cuerpo con sonido espeluznante y mandándolo al piso de nuevo.


  • Miró cómo él se retorcía en el suelo por el dolor, pero su polla seguía dura como un bate y algo se removió entre sus piernas.


  • “Me estoy poniendo cachonda?” Pensó ella mientras lo observaba.


  • -levántate cerdo!- ordenó autoritaria.
    Rodri la miró desde el suelo con temor y con gran esfuerzo logró ponerse en pie.


  • -ve… vecina por favor- dijo mientras extendía sus brazos hacia delante pidiendo paz.


  • Pero Luz quería comprobar el grado de excitación de Rodri y estiró su mano agarrando su venosa polla y tirando de ella hacia delante, la apretó y retorció mientras acercaba su rostro al de el que gimoteaba.


  • -¡Cuanto tiempo!- gritó ella.


  • Él la miró sin responder y ella retorció más su miembro que seguía muy duro..


  • -¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto cerdo?- no espero respuesta y agarró los huevos con la otra mano apretando -te gusta oler mi ropa cerdo?- 


  • Él apenas podía hablar se puso de puntillas por la tensión del agarre en su virilidad. No acertaba a responder y ella dio un fuerte tirón de sus pelotas hacia abajo logrando un inmenso dolor en este que al momento cayó de rodillas frente a ella.


  • -cerdo- dijo ella respirando aceleradamente por la excitación que le producía la situación (algo que por otro lado nunca había sentido) y comenzó a mojar su tanga.


  • Agarró el pelo de Rodri y estampó su cara contra su entrepierna frotando contra su tanga mojado.


  • -Huele esto cabrón- dijo casi jadeando por la excitación.


  • Rodri aspiró con fuerza y olió el coño de su vecina. Le dolían los huevos y notaba como la piel de su polla se tensaba más y más era extraño pero solo quería quedarse así para siempre.
    Soltó sus doloridas bolas y llevó las manos al culo de Luz apretando por encima de la pequeña mini de cuero, abrió su boca y aspiró con fuerza y lamiendo la tela del tanga.


  • Luz jadeo y subió su top para acariciar sus pezones mientras notaba la lengua de Rodri sobre su tanga, pasó una pierna sobre el hombro de Rodri invitando a este a seguir lamiendo mientras agarraba su cabeza con una mano para no perder el equilibrio y con la otra seguir pellizcando sus pezones.
    Por su parte Rodri lamió besó y olió el coño de su vecina, apartó el tanga y pasó sus dedos entre los labios vaginales de esta mientras introducía un dedo en su coño.


  • Ella jadeó y apretó más la cabeza de este contra ella que lamía su clítoris mientras con una mano apretaba su culo y con la otra metía otro dedo más dentro de su coño.
    Luz notaba que se iba a correr y comenzó a jadear con fuerza apretando más sus pezones, ya no podía pensar en otra cosa que usar a este cabrón a su antojo.


  • Explotó en la boca de Rodri llenándolo con sus flujos que resbalaban por su cara, Rodri siguió hasta que ella se había vaciado por completo saboreando cada gota de la corrida de esta.
    Cuando Luz se vació empujó a su vecino con la pierna que tenía sobre su hombro colocándola en su pecho, este cayó al suelo boca arriba con las piernas separadas y miró como su vecina se quitaba el tanga lentamente mientras los miraba sonriente.


  • No sabía muy bien lo que ella pretendía hasta que una vez se había quitado el tanga noto como ella le pisaba los huevos que reposaban sobre piso con fuerza.


  • El hombre levantó su cuerpo por el dolor quedando sentado mientras ella aplastaba su hombria contra el suelo.
    Ella aprovechó para meter el tanga mojado en la boca de Rodri para luego levantar su pie solo para estrellarlo contra sus huevos de nuevo.
    El cayó de espaldas sujetando sus huevos y doblando sus rodillas, su grito quedó ahogado por el tanga de Luz.


  • -así que te gusta esto no?- dijo mientras pasaba su pie por la dura polla del hombre acariciándola -te gusta olerme no?- seguía con el masaje sobre la dura polla de Rodri con su pie. Su gemidos de dolor no tardaron en mezclarse con los de placer.


  • Dejó de acariciarle mirando sus enrojecidos huevos y su polla dura como una piedra y avanzó hasta colocar una pierna a cada lado de la cara de Rodri.


  • -pues hoy vas a sentir algo más que el olor de mi coño- y comenzó mear en la boca del hombre que noto como el tanga que tenía en su boca se mojaba con la orina de Luz que no tardó en atravesar la tela llegando hasta su garganta.


  • La meada fue larga y le dio para bajar por el cuerpo del hombre hasta llegar a su polla y huevos y terminar de orinar sobre ellos.
    El hombre trató de quitarse el tanga de la boca por instinto pero ella reaccionó rápidamente y se sentó sobre la cara de él impidiendo que lo sacara.


  • -ni de coña vecino- dijo mientras frotaba los restos de orina por su cara – no era esto lo que querías?- dijo mientras el hombre movía la cara de lado a lado causándole gran placer.


  • Le costaba respirar el tanga mojado y la presión del coño de su vecina le estaba ahogando.
    Luz lo notó y decidió hacerle sufrir un poco más y tomando su polla mojada por su orina comenzó a moverla con fuerza de arriba abajo haciendo una dura pero placentera paja al hombre que cada vez le costaba más respirar entre jadeos y el tanga.


  • Luz veía como  la polla de Rodri palpitaba sobre sus manos y vio el líquido preseminal brillando el la punta de esa polla y dejó de masturbar para desesperación de Rodri, inclinó su cuerpo y pasó su lengua por la punta recogiendo y saboreando ese líquido.
    Entonces sin más se levantó y dejó a Rodri tumbado en el suelo jadeante para desaparecer de su vista.


  • Este quedó tendido en el suelo respirando con dificultad y tras sacarse el tanga de la boca pudo por fin recuperar el aliento.
    Miró a su alrededor en busca de su vecina sin éxito.


  • -a qué esperas cabron?- sonó la voz de Luz.


  • Él se incorporó y la vio sobre la cama en posición de perrito con la mini remangada dejando ver sus deliciosas nalgas y su coño esperándolo.
    Subió a la cama y puso una mano sobre las nalgas de la mujer tocando carne y cuero por igual, fuera de sí y con la mirada fija en el espectacular culo de Luz agarró sus trenzas y tiró con fuerza de ellas levantando su cabeza.


  • -dame duro trozo de mierda- dijo ella oprimiendo un gemido de dolor por el tirón y excitándose más por momentos -meteme ese trozo de carne ya-


  • Rodri apretó más las nalgas de Luz y tiró más fuerte de las trenzas mientras empujaba sus caderas hacia delante clavando su polla dura directa en su coño. Ella gritó de placer y el embistio con fuerza clavando una y otra vez su miembro en su coño mientras apretaba cada vez más sus nalgas.


  • Luego empujó la cabeza de Luz contra la cama sacando más su culo, está arqueo la espalda y comenzó a mover su culo mientras esté le embestía con fuerza.
    Los jadeos de ambos se mezclaron y el sonido rebotó por toda la habitación.
    Tras unas cuantas embestidas más Rodri se corrió con fuerza dentro de él coño de Luz que notaba como chorro tras chorro la llenaba al tiempo que ella se corría de nuevo, Rodri embistió unos minutos más vaciándose por completo dentro de ella y  totalmente exhausto sacó su polla poco a poco.


  • Ella se tumbó primero boca abajo y luego se volteó para mirar a su vecino que respiraba excitado todavía de rodillas ante ella, miró su cuerpo sudoroso y luego sus colgantes e hinchados huevos y levantó su pie con fuerza pateando los huevos de su vecino que se movieron de arriba abajo balanceando su polla que soltó un  pequeño escupitajo de semen que voló por los aires.


  • Él se dobló hacia delante y cayó al lado de ella con manos en los huevos y por fin pudo ver cómo la polla de Rodri se ponia flácida y empequeñecia.
    Y ambos tumbados uno al lado del otro se quedaron dormidos, ella satisfecha por el polvo que finalmente le había regalado su vecino y él por la mezcla de sentimientos entre dolor y placer.
    Por la mañana Luz abrió los ojos y vio que Rodri no estaba se volteó hacia un lado y vio una nota en la mesita de noche:


  • “Vecina, no sé muy bien qué fue lo que pasó anoche pero me hiciste sentir cosas que nunca había sentido, me llevaste al cielo y al infierno y quiero ser tuyo, entiendo que lo que hice está mal y qué tal vez pasados los efectos de alcohol y la excitación me odies…
    Me llevo tu tanga, lo voy a lavar y si quieres puedes venir a recogerlo tú misma, esperaré hasta las 14:00 y si no has venido entenderé que no quieres saber de mí y lo dejaré en tu puerta y trataré de que no nos crucemos más.
    Un beso.”


  • Luz se recostó sobre la cama y miro la hora, eran cerca de la 13:30 y cerró los ojos también algo confusa por lo que había pasado pues nunca antes había hecho algo así.


  • Eran las 14:05 y Rodri ya empezaba a pensar que ella no acudiría y resignado se vistió para dejar el tanga en la puerta de Luz.
    Asustado y temeroso de no volver a estar a los pies de esa mujer se dirigió a la puerta y justo cuando abrió la puerta vio a Luz al otro lado mirándolo con una sonrisa de oreja a oreja vestida solo con el mismo camisón negro del otro día.


  • -buenos días vecino, has dormido bien?- dijo entrando en la casa y poniendo una mano sobre el pecho de este -hoy va ser un gran día!-
    Fin.

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