Estaba increíblemente angustiado, mi dolor en el estomago no se iba. No podría creer que el destino de mi pene y testículos estarían en manos de una extraña.
Dieron las 5 pm donde tengo entendido, la policía local busca al “donador” y así fue prácticamente. Media hora más tarde tocan a mi puerta, había una patrulla afuera, abro la puerta y me informan lo que ya sabía y después me llevan con ellos.
Me llevan al centro de la ciudad a un edificio muy bello al lado de la plaza principal. Me ponen en un especie de celda donde a pesar de ser priosonera temporal estaba increíblemente cómoda, tenía cama, TV, baño privado y estaba reluciente.
Ahí debía esperar en lo que se hacían los preparativos, me ofrecieron traerme algo de comer pero mi dolor de estomago seguía presente y aunque no estuviera me encontraba muy angustiado por lo que pasaría para comer. Tras unos minutos me pidieron que me desnudara y me diera un baño, lo cual hice. Una vez terminé noté que mi ropa no estaba por lo cual llamé al guardia para decirle que me dieran mi ropa.
-Te la daremos después del evento, ya no falta mucho, se paciente.
Esperé ahí en la celda que aunque estaba cómoda me sentía vulnerable estando desnudo, luego me percato que venía una chica muy bonita, vistiendo una falda corta negra y una blusa de manga larga beige. Siempre he sido algo enamoradizo pero a pesar de que era increíblemente hermosa, solo podía sentirme ridículo y avergonzado estando desnudo ante ella.
El guardia la dejó entrar a mi celda sin decir una palabra.
Yo estaba mudo así que solo la veía mientras me cubría con una almohada que había en la cama.
Ella se aproxima y le sale una sonrisa al verme en esta situación tan vergonzosa.
-Hola, me llamo Myriam, soy la chica seleccionada
-Hola…me llamo Pedro
*Se sienta en un mini sillón frente a la cama
-Imagino estás nervioso por todo esto, jaja
-Por estar desnudo o por haber sido seleccionado?
-Por ambos me imagino, jajajaja
-Pues…si
-Fueron por mi desde temprano y me dieron la opción de conocer al chico seleccionado y quise venir a conocerte
-Muchas gracias por venir aunque ahora mismo no tengo mucho que decir, tengo algo de miedo y vergüenza
-No es la gran cosa, solo es un corte rápido, te curan y te vas para tu casa, no tienes porque tener miedo
-Y supongo te llevarás mis cosas cuando lo hagas…
*Le dije con tono molesto
-Hablas de MIS cosas?, pues si, es mi premio, no podría tirarlo o dárselo a alguien más, jajaja
*Contestó riéndose, lo cual me hizo enojar mucho. El hecho de que le pareciera algo tan insignificante este asunto.
-Te molesta si soy honesto y directo?
-Porfavor, no creo que nos vayamos a ver después de hoy, así que di lo que piensas, desahógate si necesitas, cariño.
-Me parece increíble que estés dispuesta a hacer esto, no tienes idea de lo importante que es un pene para un hombre, tu seguirás disfrutando del sexo y yo no debido a ti a pesar de que nunca te hecho nada malo, me parece increíblemente egoísta de tu parte.
-Primero que nada, Pedrito, no he decidido si te cortaré algo, todo o nada…Desde ahí estás mal.
*Mis ojos brillaron cuando escuché que no ha decidido, quizá me deje conservar mis partes
-Segundo, claro que sé lo importante que es el pene de un hombre para el, ese es el motivo de todo este evento y Tercero, si yo fuera tu sería sería más amable, recuerda que de mi depende tu vida sexual, jaja.
-Perdón
-Perdón por qué?
-Perdón por no ser más amable, me siento muy…vulnerable ahora mismo.
-Te entiendo, estás en pelotas esperando que decida si me llevo tus huevos o no jajaja
*Me reí con ella un poco, me pareció un poco gracioso su sentido del humor y a la vez quería caerle bien por si esto ayudaba a que me dejara ir ileso.
-Déjame verlo, quítate la almohada
*Alzó su mano intentando quitarme la almohada pero la sujeté más fuerte y me moví alejándome un poco más de ella
-Ok…me acabas de ayudar a tomar mi elección, supongo que tendré mucho tiempo para verlo cuando me lo lleve a casa
*Me empecé a poner rojo pero me puse de pie y alejé la almohada de mi entrepierna
-AAAAWWSSS, que bonito, algo pequeño pero se ve cute, jajaja
*Me sentí algo humillado con su comentario pero estaba totalmente a su merced, prefería mil veces que se burlara de mi tamaño a que se lo llevara para siempre.
-Ven, déjame verlo de más cerca
*Me quedé parado dudando unos segundos
-QUE VENGAAAS!!!
*Me agarra de los testículos, su apretón fue más doloroso que el hecho de que los jalara.
Me lleva frente a ella y mientras está sentada empieza a ver mis genitales como si fuese un animal de exhibición
-Uff, si que es pequeño, imagino que cortarlo no sería una gran pérdida, cierto?
*Asoma su lengua un poco mientras trata de ocultar una clara sonrisa por su broma perversa
-Para mi si
-Talvez tengas razón, pero todo esto es por el día de la mujer, no el día de Pedrito y siendo razonables, las mujeres preferimos los penes grandes, estaría haciéndole un favor a las mujeres si decidiera cortarlo, no crees?
-Estarías siendo malvada
-Talvez me gusta ser malvada
*Levantó sus cejas con una sonrisa, buscando provocarme
-El tamaño no tiene nada que ver con dejar satisfecha a una mujer
*Contesté desafiante
-VAAAAYAAA, al parecer si tienes pelotas…Por ahora, jajaja
*Me quedé mudo, aunque parece que le gustó mi respuesta o al menos le hizo gracia
-Y tú si sabes dejar satisfechas a las mujeres?
-Si
*Contesté sin titubear, sabía lo que estaba en juego
-Quedan 30 minutos antes del evento, te propongo algo. Déjame “satisfecha” como aseguras dejas a las mujeres y te irás intacto. Pero si no considero que fue el mejor sexo de mi vida me llevaré todo y serás mi esclavo
-Acepto
-Cómo se que cumplirás la parte de ser mi esclavo si fallas?
-Cómo sé que me dejarás conservar mi pene si te dejo satisfecha?
-Jajajaja, ok, tienes razón, simplemente juremos que cumpliremos nuestra palabra
*Continuará
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