Preparé dos tiradores y propuse un brindis, “a la enorme polla de Robby y las nueces que me ha dado …”

Me puse sobre él nuevamente, de modo que mi trasero rozó ligeramente su glande, se retorció e intentó empujarlo dentro de mí, pero lo detuve cuando le di su oportunidad y tomé la mía. Lamentablemente me derramé un poco por su frente y tuve que lamerlo. Él seguía rogándome que lo follara y comencé a sentirme caliente nuevamente.

Le pregunté a Rob cómo se sentían sus bolas y dijo que dolían como el infierno, pero si lo dejo venir se sentirían menos dolorosas. No lo creía, ya había pasado más de una hora desde que lo elastraba y sus bolas estaban clínicamente muertas. Me agaché y jugué con ellos, sus fríos y muertos huevos, ya no eran las bolas de Rob, ahora eran mis trofeos, o pronto lo serían.

Le pregunté si quería que los chupara “¿eso ayudaría?” el asintió. Me quité la blusa y me arrodillé sobre él al estilo 69 y tomé sus lichis una vez deliciosos en mi boca por última vez, mientras Rob me lamió tan tiernamente que me enamoré de él nuevamente.

“Chúpame …” rogó y volvió a trabajar mientras yo me recostaba sus viejas nueces en mi boca, comenzaron a calentarse, las dejé caer de nuevo bajo su impresionante perilla. Se veían muy enfermos. Le lamí el pomo; una vez y sin pensar que iba a venir de todos modos, no le agradeció a Dios.

Me las arreglé para alejarme de sus atenciones, preocupado de poder hacerlo venir, rompiendo el hechizo al instante. Fui al baño y disuelvo un Valium en su vaso de chupito. Irónicamente, vino de una novia cuyo novio tenía la tendencia de golpearla cuando se enojó, el Doctor le dio un sedante porque estaba muy tensa y no podía dormir por la noche. Ojalá pudiera arreglar el curandero y el novio gilipollas también. Rob estaba empezando a doler ahora y eso era lo último que quería, le di el tirador atado, lo llené de Sambucca y jugué CUIDADOSAMENTE con su bomba de tiempo erecta hasta que se desmayó.

Estaba un poco borracha y sangrienta, así que me jodí mientras jugaba con sus nueces muertas, luego las lavé cuidadosamente con antiséptico.

Alrededor de las 2 de la madrugada se despertó, le di otro valium y lo jodí, se desmayó nuevamente y lo limpió nuevamente, esa fue la última vez que Rob me cogió como hombre, pero lamentablemente para mí dice que no puede recordarlo. ¡Ahora no le importa! Le di antibióticos y lo dejé libre al día siguiente, y cuando se sintió caliente, lo masturbé con una crema antiséptica. El segundo martes me entregó su cosa seca y seca y la banda de goma. No se ven mucho pero todavía los tengo.

Su dolor se curó sin tratamiento médico y ahora es un hermoso caballero amable y el padre perfecto, todas mis novias lo adoran sin cesar. Y CONFÍO en él.

Experimentamos con testosterona, pero Rob no podía molestarse con toda esa basura ahora, es el mejor cunnilinguista del mundo y cuando deseo polla dura, toma un Viagra y se convierte en SUPERMAN.

Esta es una historia real, pruébalo. No te arrepentirás.

Autor: Emily